El pasado sábado, día 6 de febrero, vi a Vanesa Martín en concierto en el Teatro Juan Luis Galiardo de San Roque. No tenía muchas referencias de ella, más allá de alguna canción que ha sonado en la radio, pero me gustó. El público estuvo entregadísimo y desde el principio le dedicó una gran ovación. Vanesa Martín es una joven cantautora malagueña, de 30 años, que compone letra y música de sus temas. Ya sólo por eso (que no es poco, ni mucho menos) tiene todos mis respetos. Su propuesta no es ni empalagosamente comercial ni novedosamente transgresora. Canta al amor y al desamor. Le llamaríamos 'pop andaluz', pero qué cansinas y qué incompletas son las etiquetas. Me gustó en vivo, se entrega, tiene garra y sin duda promete. Habrá que estar atentos a su futuro musical.
De momento no es demasiado conocida por el gran público, aunque ya se está labrando un porvenir y un hueco en el mundo de la música. Hasta ahora ha editado dos trabajos discográficos: 'Agua' y 'Trampas', con letras de esas cotidianas, sin ser pretenciosas, que enganchan y gustan. El fin de fiesta estuvo bien, con tres canciones de propina, entre ellas su peculiar versión de la copla 'Limosna de amores'. "Me pedían que cantara algo flamenquito y a ver cómo sale esto... que se note que soy de Málaga", comentó a los espectadores. Y salió bien. Y también tuvo gracia cuando explicó por qué su último disco lo grabó en Milán. "No es porque me haya vuelto como Shakira, si no porque mi productor y los músicos son de allí y era mucho más fácil que fuera yo a Italia antes de que vinieran aquí veinte personas". Lógico.
En resumen, que me gustó Vanesa Martín. Es de esos conciertos a los que vas sin demasiadas expectativas o con cierta curiosidad y que consiguen transmitirte, por la entrega del músico. Con independencia de que te guste más o menos su estilo o te llenen con mayor o menor intensidad sus canciones, pero ves que hay verdad en lo que hace y que el cantante se entrega al público. Que siente la música. Y eso es mucho, entre tanta letra repetitiva y tanto candidado de petardeo a Eurovisión. Aquí os dejo con una actuación junto a David de María, otro cantante andaluz de estilo similar, en el programa de Jesús Quintero 'Ratones coloraos'. Que, por cierto, me voy a verlo en un rato.
No hay mayor grandeza en un artista que la sencillez, ya sabes entonces porque no me gusta Madonna, porque aunque sea grande su ego la aplasta, o la petarda de Victoria Beckam...
ResponderEliminarPor supuesto que aquí no entra Lady GaGa, que siempre es grande, jejeje.
Viva Vanesa Martín y David de María, que siguen cantándole a ese bonito sentimiento llamado Amor.
Y viva Andalucía, la tierra del sentir, cuna de grandes monstruos culturales, pero cuya verdadera grandeza reside en la sencillez de esas personas llanas, que dan todo sin pretender obtener nada a cambio. (En la lejanía la tengo un poco idealizada,jajaja).