No te fíes del cariño
que diga muchas palabras,
que el verdadero cariño
se hace un nudo en la garganta
y se llora como un niño
Mis lágrimas voy echando
en un vaso de cristal.
Ahora las echo en el suelo
porque, de tanto llorar,
el vaso lo tengo lleno
Y un recuerdo al maestro, el más grande cantaor de fandangos que hemos tenido. De Huelva tenía que ser: Paco Toronjo.
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