miércoles, 25 de noviembre de 2009

La necesidad de conmemorar


En un mundo ideal no serían necesarias muchas cosas. Una de las que no sería necesaria son los días internacionales conmemorativos. Porque se supone que la sociedad estaría lo suficientemente concienciada con la violencia de género, con el sida, con la infancia, con todos los problemas que afectan a los seres humanos. Problemas que parecen tan lejanos, pero que nos pueden tocar a todos. Por eso es necesario conmemorar.
Vivimos en una sociedad enormemente simbólica. A lo largo de los siglos el ser humano ha ido evolucionando y va tomando conciencia cada vez más de que no está solo en el mundo, de que tiene una responsabilidad consigo mismo y con los demás. Por eso se han puesto muy de moda todo tipo de conmemoraciones, acompañadas de actividades educativas, concentraciones, mesas de diálogo, conferencias, discursos... Los más escépticos pensarán que sirven de bien poco, que lo importante son los hechos y el trabajo diario que se hace para acabar con todas las lacras sociales. Bien, seguramente sea así. Pero también tienen valor estos actos simbólicos que intentan que nos pongamos en el lugar del otro. Si pueden servir para que los niños reflexionen y el día de mañana sean conscientes de sus responsabilidades o para que los adultos dediquen más interés a ser solidarios o a esforzarse en ayudar a los demás, mucho mejor.
Otra historia sería el uso partidista o mediático de estos días conmemorativos. Parece que a la prensa sólo le interesan determinados hechos o situaciones una vez al año, cuando deberían mostrar un mayor interés por ir informando a lo largo del tiempo. Y en cuanto a los políticos, muchas veces acuden a estos actos para hacerse la foto reivindicando causas, cuando muchas veces lo hacen sólo para arañar un puñado de votos. También podrían ser sinceros, quién lo sabe, pero en política ya nos hemos vuelto bastante escépticos.
Una entrada de blog no servirá de mucho o incluso de nada. Pero creo que es necesario reflexionar sobre los problemas, no sólo hoy, por ser el día contra la violencia de género, si no en cualquier momento. ¿Qué puedo hacer yo para intentar poner mi granito de arena? Creo que esa sería una buena pregunta en un día como hoy. O en un día como cualquier otro.

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