martes, 10 de abril de 2012
Casa Museo del Greco
Recientemente volví a estar en Toledo. Entre mi anterior visita y ésta han pasado doce años y muchas cosas han cambiado en la ciudad. Aunque tampoco ha cambiado tanto esta ciudad museo, que asombra al visitante con sus monumentos y que a veces parece aislada del mundanal ruido, aunque también va dejando que la modernidad se haga presente en su conjunto, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Uno de los cambios que ha experimentado Toledo ha sido en la Casa Museo del Greco. Cuando la visité por primera vez se encontraba en obras y la presentación de las obras ya quedaba un tanto anticuada. Ha sido un placer reencontrarme con esta nueva Casa Museo, que casi parece completamente nueva. Para empezar se han recuperado espacios como las cuevas medievales y el agradable jardín. Además el lenguaje es muy contemporáneo, integrando bien los cuadros, con nuevas obras expuestas, apoyándose en materiales gráficos y audiovisuales.
Además tuvimos la suerte de que nos tocó una visita personalizada a cargo de Eduardo, un voluntario, hombre jubilado, de trato amable, palabra justa y amplia cultura, que nos contó con gran amenidad tanto la historia de la casa como la del Greco, hablando de su peripecia vital y de su estilo pictórico. La capilla, la biblioteca y la cocina son otros lugares de interés. Esta casa museo es un ejemplo de la perfecta integración entre lo clásico y lo contemporáneo. Y si además veo las obras de mi pintor favorito, qué más se puede pedir...
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