martes, 27 de diciembre de 2011
Maktub
Acabo de llegar del cine de ver 'Matkub'. No tenía previsto verla, porque habíamos pensado en 'El Rey León' en 3D, pero tras una larga cola nos encontramos con que ya no había funciones del éxito de Disney, así que por casualidad, porque nos gustaba esta más que cualquier otra de la cartelera o porque 'estaba escrito', hemos visto 'Maktub'.
Me encanta el cine y me ha gustado ver 'Maktub'. Quizás no pase a la historia del cine, ni lo pretende, ni tampoco aporte nada nuevo a la cinematografía mundial ni sea creativa ni revolucionaria en ningún aspecto. Ni falta que hace. 'Maktub' es una historia, una historia necesaria, cercana, humana, sensible, que no sensiblera, simpática, amable, sin caer en 'la vie en rose' ni en el almíbar azucarado. Para empezar cuenta la historia, inspirada en un caso real, de un niño enfermo de cáncer. Un encuentro casual con un hombre de mediana edad, en plena crisis vital, supondrá un cambio para todos los que le rodean.
Con un reparto con actores internacionales y grandes nombres del cine español, 'Maktub' es un cuento navideño, es una reflexión humana, es una invitación a creer, a valorar lo que tenemos y a tener confianza en el ser humano. Hermosa, emotiva, recomendable. ¿Crees en el destino? Buena pregunta... no lo sé, aunque muchas veces parece que las cosas no pasan en balde y que las personas llegan a tu vida cuando más falta te hacen. Cuidemos esas pequeñas cosas que enriquecen tanto nuestras vidas...
lunes, 26 de diciembre de 2011
El sentido de la vida
Hoy, día de Navidad, he visto dos películas muy diferentes entre sí, tanto por época como por concepto y estética. Primero vi con mis padres 'Vacaciones en Roma', deliciosa comedia en la que Audrey Hepburn brilla y llena la pantalla, en una capital de Italia encantadora, de postal, en la que nada malo puede suceder. Después he visto con mi amiga Loli 'El sentido de la vida', cuarta y última aventura cinematográfica del políticamente incorrecto grupo Monty Python. En esta entrada no voy a hablar de la película, aunque me reí con sus ironías, su visión ácida de la vida y su crítica de la sociedad británica (que se pueda extrapolar al resto del mundo) en muchos aspectos: religioso, militar, social, político, capitalista... Muy divertida, para nada es la típica película navideña, más bien sería el reverso petardo de 'Qué bello es vivir'.
Así que, sin ser nada pretencioso, esta noche escribiré sobre el que sea, quizás, el tema por excelencia. Del sentido de la vida. Vamos allá. Resulta curioso a veces tomar conciencia de la propia vida, de la existencia. Yo personalmente creo que la tuve bastante tardía, apenas conservo recuerdos infantiles (pero eso ya es otra historia). Con todas nuestras diferencias, que son enormes y en muchos casos irreconciliables, la vida de cada ser humano tiene elementos comunes con los de otros, que hacen que se puedan extrapolar una serie de temas universales, básicos, que configuran la condición humana (amor, vida, sexo, muerte, deseo, proyectos, conflictos, ilusiones, amistad, alegrías, esperanzas, crisis, engaños, ascensos y caídas). Después la formación, los gustos, los intereses, la manera de ver el mundo, si somos religiosos o no (y de qué religión somos o en qué forma la practicamos), la cultura... irán formándonos a cada uno como personas y hará que seamos tan diferentes y que empaticemos con unos en lugar de con otros.
Hace poco en la sección de Psicología de El País Semanal leí unas palabras sencillas, pero a su vez impactantes y valiosas: "El que no sabe para qué vive, el que no tiene un objetivo en la vida ya tiene uno: encontrarlo". De maneras muy diversas, claro, pero una de las características que conforman al ser humano, y le hacen ser como es, es la conciencia de la trascendencia. Oscilamos entre el cielo y el suelo. Aspiramos a lo mejor y muchas veces somos un fracaso.Vivimos en un constante equilibrio inestable entre lo que pensamos, lo que queremos, lo que decimos, lo que hacemos y lo que somos... Hay tanta pequeña vanidad en nuestra tonta humanidad enceguecida... como cantaría Eladia Blázquez.
Algunas ideas tomadas de aquí o de allí, pero que comparto. El mundo continúa, los que no seguimos somos nosotros. Nada tiene demasiada importancia, para la humanidad, el mundo o para el universo, pero para mí que estoy vivo y estoy en un aquí y un ahora concretos mi mundo es lo más valioso. Todos nos necesitamos. Merece la pena seguir adelante. Sigamos caminando, aunque siempre tenemos que contar con que somos falibles, somos polvo, somos basura, pero también somos proyecto, somos futuro, somos palabra, somos cultura, somos memoria, somos apoyo y somos parte de la historia del mundo. Cada uno va construyendo su mundo y su historia. Casi ninguna tarea puede darse por acabada. Nunca podemos darnos por vencidos... Si tuviera más talento y más capacidad, intentaría desarrollar estas ideas en libros, proyectos o entradas en blogs, pero creo que bastante se ha dicho ya. Y se seguirá diciendo. Que tome la palabra ella, La Negra Sosa, que en esta canción, si no dice cuál es el sentido de la vida (no creo que exista en un sentido absoluto, cada uno va encontrando 'bolsas de sentido' a lo largo de una existencia, que en muchos casos pueden ser asumibles por una sociedad o una cultura, en un deseo de universalidad), pero en todo caso se aproxima bastante a cómo lo veo yo...
Honrar la vida. Buenas noches. Buena suerte. Y feliz Navidad.
domingo, 18 de diciembre de 2011
Adiós miss perfumado
Cesaria Évora nos ha dejado. Aunque sea un tópico mil veces repetido, cuando un artista abandona este mundo, a todos los que nos quedamos nos deja un legado enorme. Más allá de los recuerdos y la relación personal con aquellos a quien pudo conocer (un aspecto que compartimos todos), el artista trasciende, ya que deja su obra, sus vídeos, su música, en definitiva su legado, que sigue siendo un lugar de encuentro, de búsqueda y de inspiración para artistas contemporáneos y muchos que vengan posteriormente.
Descubrí hace unos años a Cesaria Évora y me cautivó desde el principio su hermosa voz grave, su sensibilidad, su capacidad expresiva en unas canciones profundas, íntimas, alegres, tradicional de su país, Cabo Verde, pero con una profundidad que le hacía llegar a muchas partes del mundo. El arte que es hermoso, bello, emotivo, que tiene cosas que aportar y que decir vence las diferencias idiomáticas y culturales para llegar a las personas que tienen sensibilidad. He escuchado sus canciones y como anécdota personal diré que cuando este año celebré mi 31 cumpleaños, en un momento tan mágico y especial como una cena en Il Buco en Nueva York, esa noche la banda sonora que nos acompañó a mi amigo y a mí fue una selección de música de varios países, no anglosajones. Una de las voces que sonó aquella noche fue la de Cesaria Évora.
70 años no es una edad demasiado tardía para irse de aquí. Pero también son siete décadas de experiencia, de camino, de vitalidad, de aprendizaje. Cesaria Évora es un gran ejemplo de que la música es internacional y universal, era conocida como la diva de los pies descalzos, por esa costumbre al salir al escenario, y en los últimos años de su vida recibió reconocimientos y múltiples premios del 'establishment', entre ellos el Premio Grammy. Hay en ella ese halo de autenticidad que escapa a las multinacionales y a las tiranías de las discográficas, las discográficas o las tendencias efímeras. Estoy convencido de que cuando muchos de los cantantes que ahora copan las listas de éxito hayan pasado, seguirá sonando una voz que, en lengua portuguesa, con un tono entre el susurro maternal, el eterno lamento femenino y esa 'saudade' que la hace única, nos seguirá contando historias la gran Cesaria Évora. Adiós, miss perfumado
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Escalera
miércoles, 30 de noviembre de 2011
Potente Malú
Potente y cañera Malú. Así la vi en el concierto que ofreció el pasado sábado en el Palacio de Congresos de La Línea, en el que por cierto se vendieron todas las localidades. Por primera vez escuché a esta cantante madrileña, muy vinculada al Campo de Gibraltar, ya que es hija de Pepe de Lucía y sobrina de Paco, ambos algecireños. Aunque no conozco con detalle su discografía, iba dispuesto a disfrutar de un concierto pop con una buena voz, pero me encontré con una Malú potente y cañera.
De su gira 'Guerra fría' lo primero que llama la atención es que casi todas las canciones tienen arreglos más rockeros y cañeros. Acompañada por veteranos músicos, algunos de los cuales llevan con ella desde sus inicios, hace ya casi quince años, no faltan ni solos de guitarra eléctrica ni canciones para bailar. Una cosa que siempre he pensado de Malú es que le faltaba por encontrar un estilo en el panorama nacional, pero poco a poco se ha ido consolidando, entre el pop, un tono desgarrado que la acerca emocionalmente a la copla e incluso al flamenco, y arreglos rockeros en la línea de otros artistas europeos y estadounidenses.
Malú desgranó temas de su último disco y también embrujó al público con una versión acústica, acompañada al piano, de 'Aprendiz', su primer éxito. Desenvuelta y entregada en el escenario, también se atrevió con algunos pasos coreográficos y hasta hizo gestos al más puro estilo de estrella rock. Personalmente una de las canciones que más me gustó fue 'Blanco y negro', que comparto con vosotros. Disfruté del concierto de una joven artista que aún tiene que seguir madurando y aportar mucho al panorama musical español.
jueves, 24 de noviembre de 2011
El adiós presidencial
Nada es eterno en esta vida. Lo que ahora es un día no será, lo que un día vino, un día será y mucho antes de lo que creemos lo que es actualidad, 'trending topic' en twitter, lo más comentado, lo que está siendo pronto dejará de ser y quedará en un recuerdo o, en el peor de los casos, solo unos pocos recordarán lo que en su momento tantos otros comentaron. Más aún en estos tiempos de tremenda velocidad, en los que hechos trascendentes y acontecimientos de máximo relevancia se suceden casi un día tras otro...
El resultado de las elecciones del pasado 20 de noviembre supone prácticamente la despedida de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno entre 2004 y este 2011, en el que tuvo que convocar elecciones anticipadas. Muchas cosas han pasado en ese tiempo, muchísimas, y sin duda hay dos claras etapas en su gobierno, la primera marcada por una bonanza económica y un avance en derechos y libertades sociales, valorados por otros países europeos, y una segunda legislatura mucho más convulsa, en la que no se apreció la magnitud de la crisis, se tuvieron que tomar medidas muy impopulares y gran parte de la ciudadanía, incluidos muchos votantes del PSOE, como se ha demostrado en la pasada cita electoral, se han sentido engañados por el Gobierno.
Tampoco han ayudado los constantes cambios de ministros en los últimos años. José Luis Rodríguez Zapatero apareció en su día, siendo casi un desconocido en la política nacional, como un soplo de aire fresco en su partido y llegó a tener mucho poder. Incluso Felipe González, el presidente que estuvo más tiempo en el poder en España, tenía el contrapeso de Alfonso Guerra. Pero Zapatero o ZP, como se le rebautizó en los medios de comunicación, logró acumular todo el poder en su partido y en el Gobierno. Sus medidas como la Ley de Memoria Histórica, la retirada de las tropas españolas de Irak, la aprobación de los matrimonios homosexuales o la Ley de Dependencia, si bien criticadas por algunos sectores conservadores, supusieron un paso adelante para el país y un avance hacia el modelo laico de sociedad.
De todas formas estos avances sociales - uno de los temas recordados por el PSOE en su desesperada campaña electoral, intentando animar a los votantes a que "peleen por lo que quieran" - se vieron empañados por un descontrol evidente en los últimos años. La crisis se ha llevado por delante a muchos gobiernos en Europa y el español no iba a ser la excepción. Además hubo divergencias en los mensajes entre ministerios y el Gobierno llegó a dar la impresión de ser un completo desbarajuste. La congelación de las pensiones y los recortes a los funcionarios fueron la gota que colmó el vaso y, como han apuntado algunos analistas, es muy posible que el PSOE perdiera las elecciones en mayo de 2010. También se ha visto que el Gobierno español, como otros, tiene que hacer cada vez más caso a eso que se llama "los mercados" y a las directrices europeas, para cumplir las exigencias en cuanto a previsión de déficit, que disgustan e irritan a muchos ciudadanos, a los que se les pide que hagan sacrificios mientras que los estados siguen ayudando a los bancos.
En resumen muchas cosas han pasado en estos años y, como le pasó a sus predecesores, por distintos motivos, Rodríguez Zapatero se marcha achicharrado y en sus horas más bajas de la presidencia del Gobierno. La historia se repite, con distintos argumentos, con circunstancias cada vez más complejas, pero en definitiva ni es el primer ni el último gobernante que prometió más de lo que dio y aspiró a muchas cosas que no pudo hacer. Posiblemente en caliente el final de su gestión sea muy catastrófico y los años vayan mitigando la mala imagen y poniendo en valor otros aspectos de su gestión. Ahora le toca a Mariano Rajoy, un político al que, pese a su constante presencia en los últimos años, creo que muchos desconocemos cómo piensa en realidad, debido a su tibieza en general. Ya le toca gobernar y el panorama no es nada complicado. Veremos qué nos depara esta mayoría absoluta del PP. Y al PSOE mientras le toca iniciar la travesía en el desierto.
El resultado de las elecciones del pasado 20 de noviembre supone prácticamente la despedida de José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno entre 2004 y este 2011, en el que tuvo que convocar elecciones anticipadas. Muchas cosas han pasado en ese tiempo, muchísimas, y sin duda hay dos claras etapas en su gobierno, la primera marcada por una bonanza económica y un avance en derechos y libertades sociales, valorados por otros países europeos, y una segunda legislatura mucho más convulsa, en la que no se apreció la magnitud de la crisis, se tuvieron que tomar medidas muy impopulares y gran parte de la ciudadanía, incluidos muchos votantes del PSOE, como se ha demostrado en la pasada cita electoral, se han sentido engañados por el Gobierno.
Tampoco han ayudado los constantes cambios de ministros en los últimos años. José Luis Rodríguez Zapatero apareció en su día, siendo casi un desconocido en la política nacional, como un soplo de aire fresco en su partido y llegó a tener mucho poder. Incluso Felipe González, el presidente que estuvo más tiempo en el poder en España, tenía el contrapeso de Alfonso Guerra. Pero Zapatero o ZP, como se le rebautizó en los medios de comunicación, logró acumular todo el poder en su partido y en el Gobierno. Sus medidas como la Ley de Memoria Histórica, la retirada de las tropas españolas de Irak, la aprobación de los matrimonios homosexuales o la Ley de Dependencia, si bien criticadas por algunos sectores conservadores, supusieron un paso adelante para el país y un avance hacia el modelo laico de sociedad.
De todas formas estos avances sociales - uno de los temas recordados por el PSOE en su desesperada campaña electoral, intentando animar a los votantes a que "peleen por lo que quieran" - se vieron empañados por un descontrol evidente en los últimos años. La crisis se ha llevado por delante a muchos gobiernos en Europa y el español no iba a ser la excepción. Además hubo divergencias en los mensajes entre ministerios y el Gobierno llegó a dar la impresión de ser un completo desbarajuste. La congelación de las pensiones y los recortes a los funcionarios fueron la gota que colmó el vaso y, como han apuntado algunos analistas, es muy posible que el PSOE perdiera las elecciones en mayo de 2010. También se ha visto que el Gobierno español, como otros, tiene que hacer cada vez más caso a eso que se llama "los mercados" y a las directrices europeas, para cumplir las exigencias en cuanto a previsión de déficit, que disgustan e irritan a muchos ciudadanos, a los que se les pide que hagan sacrificios mientras que los estados siguen ayudando a los bancos.
En resumen muchas cosas han pasado en estos años y, como le pasó a sus predecesores, por distintos motivos, Rodríguez Zapatero se marcha achicharrado y en sus horas más bajas de la presidencia del Gobierno. La historia se repite, con distintos argumentos, con circunstancias cada vez más complejas, pero en definitiva ni es el primer ni el último gobernante que prometió más de lo que dio y aspiró a muchas cosas que no pudo hacer. Posiblemente en caliente el final de su gestión sea muy catastrófico y los años vayan mitigando la mala imagen y poniendo en valor otros aspectos de su gestión. Ahora le toca a Mariano Rajoy, un político al que, pese a su constante presencia en los últimos años, creo que muchos desconocemos cómo piensa en realidad, debido a su tibieza en general. Ya le toca gobernar y el panorama no es nada complicado. Veremos qué nos depara esta mayoría absoluta del PP. Y al PSOE mientras le toca iniciar la travesía en el desierto.
martes, 15 de noviembre de 2011
La extrañeza de la vida
¿Qué hace un casto en un motel, qué hace un genio en un cuartel?
Más triste que un torero del otro lado del telón de acero...
Estas dos canciones de Joaquín Sabina y de Ricardo Arjona son canciones de amor, cantadas desde el sinsentido que experimenta el amante cuando no está junto a la persona amada. Pero a raíz de este sentimiento amoroso ambos hilvanan numerosas metáforas, comparaciones y preguntas que nos llevan a darnos cuenta de la extrañeza de la vida. Aunque ahora esté de moda una cierta actitud vital de pasotismo, de desencanto, de descrédito, de apatía emocional, en resumen, de estar de vuelta de todo... la vida no deja de resulta extraña. Siempre. No lo hemos visto todo, ni mucho menos.
Inútil como el semen de los ahorcados, como el libro del porvenir... canta el Flaco de Úbeda. ¿Qué hace un hippy en la oficina, una orca en la piscina, una monja en Carnaval?, se pregunta el cantautor guatemalteca. Aunque estemos preparados para muchas cosas, aunque hayamos vivido, aprendido, aunque tengamos amplitud de miras y hayamos pasado por las experiencias más diversas... la vida siempre resulta extraña. Siempre está por hacerse. Cuando nosotros tiramos por un camino, ella nos lleva por otro... por eso es tan imprevisible, por eso es tan compleja, por eso es tan fascinante y por eso no sirve tener todos los datos para entenderla... ni siquiera el arte y la cultura llegan a aprehenderla... solo queda vivirla. Extraño y loco mundo...
martes, 8 de noviembre de 2011
Más de cien mentiras
Señoras y señores, el maestro Sabina no se puede 'disneyficar' ni 'broadwayizar', pero se hará lo que se pueda...
El domingo 30 de octubre fui con mi amigo José Luis al Teatro Rialto de Madrid para ver el musical 'Más de cien mentiras', producido por Drive Entertainment. El género del musical ha experimentado desde finales de los 90 una eclosión en España, fundamentalmente en Madrid y Barcelona, y se pueden distinguir dos propuestas escénicas: las importadas y las foráneas. En las primeras el éxito está garantizado, siguiendo la estela de Broadway, mientras que las segundas tienen un componente mayor de riesgo.
Dentro de las segundas Drive apuesta por continuar con el éxito de su primer musical, que fue un gran éxito, 'Hoy no me puedo levantar', muy bien construido con una historia interesante salpicada por las grandes canciones de Mecano, que forman parte de nuestra banda sonora emocional. Ahora se intenta el ejemplo con 'Más de cien mentiras. El musical de Sabina' y, por lo menos yo, me quedo un poco a medio gas. En el espectáculo hay profesionalidad, buenas voces, bailarines de primera fila, la escenografía está currada, incluso las adaptaciones tienen su encanto (con grandes momentos como 'Yo quiero ser una chica Almodóvar', con mucha pluma o esa exitosa rumbita con la que empieza el segundo acto, '19 días y 500 noches'), pero hay algo que no termina de funcionar...
La historia intenta captar el universo de Sabina: chicos recién salidos de la cárcel, prostitutas, gente de mal/buen vivir, hombres de traje gris y ese tono callejero y canalla... pero es difícil trasladarlo a un musical. Hay partes en las que funciona, otras en las que parece que estás viendo una comedia televisiva dirigida a un público adolescente y otras en las que levanta el vuelo... si bien no es un espectáculo redondo tampoco me defraudó, pasé un rato entretenido. La selección de canciones es bastante acertadas, aunque Sabina es mucho Sabina y cuesta encerrar su espíritu en un espectáculo de estas características, aunque como nota positiva celebro que estemos asistiendo a lo que puede ser el nacimiento de un subgénero: 'el musical español'.
Eso sí, no sé cómo en la selección musical se les pasó incluir 'Pacto entre caballeros'... ¿quizás para próximas giras?
miércoles, 2 de noviembre de 2011
Locas
El sábado 29 de octubre asistí en la sala de Casa de Vacas, en el madrileño Parque del Retiro, a la función de la obra 'Locas', de José Pascual Abellán. Puesta en escena por Teatro Acuestas Blogs, cuenta con las actuaciones de Ángeles González Cuerda y Maribel Jara. Cuenta la historia de dos mujeres, en apariencia muy diferentes entre sí, que coinciden en la consulta de un psiquiatra. Una de ellas es una supermujer, empresaria, con un marido, un amante, una vida llena de estímulos y la necesidad de alargar su tiempo, repartido entre reuniones, y sin un segundo siquiera para deprimirse. Todo lo contrario que la otra paciente, que lleva una vida aburridísima, está llena de angustias, miedos, la vida le viene grande por todos lados y fantasea, entre la ironía y el autoengaño, con asesinar a su marido, ella, que es incapaz de matar a una mosca...
La función comienza con las dos actrices haciendo un repaso a algunos de los hitos en la historia de la investigación de la locura, cómo el ser humano la ha ido viendo de maneras diferentes y enfocándola, desde la religión hasta la ciencia, a lo largo de los siglos. Después durante algo más de una hora vamos a ver una historia llena de emoción, con momentos de gran intensidad emotiva, apoyados en la fuerza de las dos actrices y su contraste de personalidades. Las preguntas que nos plantea son qué es lo normal, dónde queda la salud mental, quién es el verdadero loco y el cuerdo, qué vida llevamos, cómo nos afecta a todos los niveles el modelo social establecido... te hace pensar, te emociona y además trata de muchos temas que no solemos (o no queremos) ver en el día a día. Una vez más el arte muestra que es necesario para mostrar la vida, para verla desde otros puntos de vista, para emocionarnos como solo puede lograrlo la expresión artística.
Como decía Baudelaire... todos andamos algo locos... y tanto, pero a pesar de eso, salvo los que ya no pueden dar una pisada más, todos seguimos andando.
La función comienza con las dos actrices haciendo un repaso a algunos de los hitos en la historia de la investigación de la locura, cómo el ser humano la ha ido viendo de maneras diferentes y enfocándola, desde la religión hasta la ciencia, a lo largo de los siglos. Después durante algo más de una hora vamos a ver una historia llena de emoción, con momentos de gran intensidad emotiva, apoyados en la fuerza de las dos actrices y su contraste de personalidades. Las preguntas que nos plantea son qué es lo normal, dónde queda la salud mental, quién es el verdadero loco y el cuerdo, qué vida llevamos, cómo nos afecta a todos los niveles el modelo social establecido... te hace pensar, te emociona y además trata de muchos temas que no solemos (o no queremos) ver en el día a día. Una vez más el arte muestra que es necesario para mostrar la vida, para verla desde otros puntos de vista, para emocionarnos como solo puede lograrlo la expresión artística.
Como decía Baudelaire... todos andamos algo locos... y tanto, pero a pesar de eso, salvo los que ya no pueden dar una pisada más, todos seguimos andando.
jueves, 20 de octubre de 2011
El cese definitivo de la violencia
La banda terrorista ETA ha comunicado hoy el "cese definitivo" de la violencia terrorista. Una noticia tan importante y relevante no puede pasar sin que le dedique al menos unas líneas, aunque no conozco el tema con capacidad de análisis suficiente, más allá de algunas lecturas en prensa y de lo "que todos sabemos" sobre ETA. Para empezar, creo que es muy diferente la visión del conflicto en función de si vives en Euskadi, en el resto de España o en un país extranjero, la forma de valorar los hechos puede diferir muchísimo.
De entrada es una gran noticia que a todas las personas demócratas, que creen en el Estado de derecho, en los valores que construyen nuestra sociedad, deben recibir con alegría. Pero entre las numerosas reacciones, que no harán más que sucederse en las próximas horas, también hay llamadas a la prudencia y cierto desengaño de las asociaciones de víctimas del terrorismo, que creen que no es el final y esperan el anuncio de la disolución. De todas formas hay que tener paciencia y pensar que esto solo es el inicio de un nuevo proceso, de otro escenario, de un País Vasco sin violencia, de una España sin el zarpazo del terrorismo...
En los aspectos puramente humanos... sigue llamando la atención, en pleno siglo XXI (aunque por otro lado, no sé de qué me sorprende, al ser parte de la condición humana), que las personas quieran imponer sus ideas, su visión de la vida y del mundo, mediante las armas, con la violencia, acabando con las personas porque las consideran diferentes o porque las ven como 'represoras' o parte de un sistema que quieren boicotear. El tema de ETA es muy complejo, como el de todo terrorismo, y atrás quedan cientos de historias, de odios, de miedos, de falsos ideales, de dudas, de desengaño, de tristeza... una de las historias más duras que se han vivido en la historia de nuestro país.
Comparto esta canción de Mecano que, aunque puede tener otras lecturas y ser más generalista, yo siempre la he interpretado como una alusión a la violencia terrorista. Una violencia que, confiemos, llegue un día en que solo sea un recuerdo... Estaremos pendientes de lo que pasa, acabo de leer en El País que Euskadi debe prepararse ahora para reto de asentar una convivencia, que no parece nada fácil...
Uno de mis mejores amigos es de Bilbao y hoy me comentaba en un mensaje que es la noticia que venía esperando desde que tenía uso de razón y desde que supo lo que ETA es. Con esas palabras me quedo.
De entrada es una gran noticia que a todas las personas demócratas, que creen en el Estado de derecho, en los valores que construyen nuestra sociedad, deben recibir con alegría. Pero entre las numerosas reacciones, que no harán más que sucederse en las próximas horas, también hay llamadas a la prudencia y cierto desengaño de las asociaciones de víctimas del terrorismo, que creen que no es el final y esperan el anuncio de la disolución. De todas formas hay que tener paciencia y pensar que esto solo es el inicio de un nuevo proceso, de otro escenario, de un País Vasco sin violencia, de una España sin el zarpazo del terrorismo...
En los aspectos puramente humanos... sigue llamando la atención, en pleno siglo XXI (aunque por otro lado, no sé de qué me sorprende, al ser parte de la condición humana), que las personas quieran imponer sus ideas, su visión de la vida y del mundo, mediante las armas, con la violencia, acabando con las personas porque las consideran diferentes o porque las ven como 'represoras' o parte de un sistema que quieren boicotear. El tema de ETA es muy complejo, como el de todo terrorismo, y atrás quedan cientos de historias, de odios, de miedos, de falsos ideales, de dudas, de desengaño, de tristeza... una de las historias más duras que se han vivido en la historia de nuestro país.
Comparto esta canción de Mecano que, aunque puede tener otras lecturas y ser más generalista, yo siempre la he interpretado como una alusión a la violencia terrorista. Una violencia que, confiemos, llegue un día en que solo sea un recuerdo... Estaremos pendientes de lo que pasa, acabo de leer en El País que Euskadi debe prepararse ahora para reto de asentar una convivencia, que no parece nada fácil...
Uno de mis mejores amigos es de Bilbao y hoy me comentaba en un mensaje que es la noticia que venía esperando desde que tenía uso de razón y desde que supo lo que ETA es. Con esas palabras me quedo.
miércoles, 19 de octubre de 2011
Brava Netrebko
El 30 de septiembre de 2011 cumplí un sueño. Un sueño lírico. Me apasiona la ópera y tuve la suerte de estar en uno de los templos del arte lírico: el Metropolitan Ópera House, en el complejo neoyorkino de Lincoln Center. Además vi la ópera 'Anna Bolena', del compositor italiano Gaetano Donizetti. Apenas recordado por 'L´elisir d´amore' y alguna ópera más hasta la mitad del siglo XX, a partir de los años 50 se vivió una revalorización de su obra. Esta ópera en concreto forma parte de una trilogía dedicada a los Tudor, también integrada por María Stuarda y Roberto Deveroux.
El papel principal es todo un reto para cualquier soprano, ya que requiere amplias dotes vocales, facultades escénicas, energía y dramatismo. Anna Netrebko da la talla. La soprano rusa, que apenas se prodiga en España (creo que cantó en el Teatro Real en 2002, cuando aún no había saltado al estrellato), es una habitual del Met, donde este año cantará dos óperas. Tenía muchas ganas de verla y no me defraudó. Tiene energía, una voz amplia, sensual y fresca, además de grandes dotes interpretativas y una evidente belleza física. Un placer para los sentidos.
Anna Netrebko y el Metropolitan viven su particular historia de amor. Este año ha editado un cd para celebrar sus diez años de representaciones en directo en este gran teatro. Ojalá tengamos la suerte, los que amamos la ópera, de que cante en España... el Liceo y el Real también podrían disfrutar con sus dotes. De momento comparto en esta entrada el aria 'Coppia iniqua', final de esta dramática y potente ópera de Donizetti. Por cierto el personaje de Anna Bolena tiene una entrada aparte... quizás para más adelante...
El sueño imposible
El ser humano lleva toda la vida expresándose. Y esas mismas palabras que ahora yo uso las emplearon otros hace muchísimos años. Y, después de mí, muchos otros serán las que las sigan empleando. Durante siglos. Así es y así tendrá que ser. Esas mismas palabras, los sentimientos, el modo en el que lo expresamos e intentamos ver el mundo irán cambiando, pero en nuestro interior hay algo que permanece. No creo que esta época sea mejor o peor que otras. Simplemente es diferente, es muy compleja y hay tanto ruido que muchas veces cuesta escuchar nada.
Los medios de comunicación, las redes sociales, el cuestionamiento de los valores imperantes, la 'crisis', palabra que ha venido para quedarse, el desencanto, las tribus urbanas, la política, el cine, la moda, la economía, el arte... todo eso es enorme, constante, absoluto y casi globalizador. Pero tampoco vale. El ser humano nunca se sacia. Nunca le vale todo. Siempre quiere ir un paso más allá. La idea más radical sería: 'me suicido porque nada tiene sentido'. Pero es más valiente seguir adelante, plantarle cara al mundo, ser un quijote, seguir caminando, aún siendo consciente de que las cosas que nos contaban cuando éramos niños, en gran medida, son sueños imposibles, esos cuentos adorables, esos relatos morales en los que los buenos siempre triunfaban... no siempre son reales. Luego aparece la realidad con toda su crudeza...
Pero en esta madrugada del 19 de octubre, en un mundo tan cambiante, tan complejo y caótico en el que tantas veces me siento perdido (por mucho que intentemos aferrarnos a los 'mapas mentales' para darles sentido) reivindico, mediante la música, la utopía. La bendita locura. El sinsentido. Las ganas de seguir adelante. Luchar por un noble ideal, sufrir el dolor insufrible... de todo eso y mucho más es capaz el ser humano. Quizás no uno en concreto, pero sí muchos... la vida continuará siempre. Los que no continuaremos seremos nosotros. Pero, para eso, aún falta un poco...
martes, 11 de octubre de 2011
Aristóteles y el sadomasoquismo
Voy a contaros la historia de Aristóteles y Filis, de la cual he encontrado varias versiones, recogidas por autores de la Baja Edad Media. Con algunos matices, pero la idea es la siguiente. Alejandro Magno llegó a la India, acompañado por su maestro, Aristóteles, y se sintió cautivado por una cortesana, Filis. El eminente filósofo le previno contra ella, desaconsejándole su amor, ya que las fuerzas del hombre decrecían si se centraba en un pasatiempo tan pueril como era dedicar su tiempo a una cortesana. Aquí vienen las diferencias en la versión: algunas dicen que salió de la propia cortesana y otros que estaba confabulada con Alejandro. El caso es que Filias empezó a seducir a Aristóteles, que cayó completamente en sus redes, hasta el punto que ardía en deseos de consumar con ella.
La pícara y astuta Filis le dijo que, antes de entregarle su fruto, tenía que montarse sobre él, literalmente, con unas espuelas y cabalgar como si fuera un caballo. Aristóteles, cegado por su deseo, accedió y se prestó a hacerlo por la noche, cuando todos dormían en el palacio. Pero entonces apareció Alejandro, que reprendió la actitud de su maestro. Aristóteles acabó concediendo que si un anciano, que se considera el paradigma de la sabiduría, acaba cayendo en las redes de una cortesana... qué no hará un joven, totalmente dominado por las hormonas...
Hasta ahora no conocía con exactitud la historia (que podéis encontrar en numerosas referencias en Internet), pero sí sabía de las imágenes que la representan, que tuvieron mucho éxito en el Renacimiento. En mi reciente viaje a Nueva York fotografié la imagen que ilustra esta entrada, una pieza de bronce, del Renacimiento, que recrea la historia. Desde la 'posmodernidad' se pueden hacer muchas lecturas, aunque resulta sugestivo imaginarla como un precedente de la liberación femenina, del deseo de quitarse las cadenas en una sociedad tan machista y patriarcal, de la pasión que embruja a todo varón (heterosexual, claro) y lleva a hacer cualquier cosa por una mujer y, por qué no, hasta del gusto de Aristóteles por el sadomasoquismo... Cosas más raras se han visto.
viernes, 7 de octubre de 2011
Steve Jobs
Acabo de llegar a España tras pasar diez días de vacaciones en Nueva York. Y una de las noticias del momento ha sido la muerte de Steve Jobs. Anoche vi el tratamiento en la edición digital del País, como la noticia principal, con numerosas informaciones, necrológicas, reacciones y comentarios sobre su vida, su obra y sus aportaciones. Creo que ha tenido un gran impacto y repercusión mediática y lógicamente ha sido trendic topic mundial. Desde todos esos observatorios para ver por dónde va el mundo (o al menos una parte del mundo o la parte más mediatizada o el 'establishment', no sabría bien cómo llamarlo) la muerte de Jobs ha tenido la relevancia informativa de la de un primer ministro, una estrella del rock o un mítico escritor que hubiera ganado el premio Nobel.
No es nada nuevo ni original decir que vivimos en la era de la comunicación, de las nuevas tecnologías. En este mundo me pierdo, todo va tan rápido que es muy difícil estar al día. Además, no todo el mundo tiene los medios económicos suficientes para tener algún producto de Appel. De hecho sería un tema interesante reflexionar sobre la barrera entre los informatizados y los no informatizados, entre los que tienen acceso a Internet y los que no, entre los usuarios de la blogosfera y las redes sociales y aquellos que no las usan. Pero eso excedería el contenido de este artículo, que solo pretende reparar en la relevancia que ha tenido informativamente la muerte de Jobs. Uno de los aspectos que llama la atención es su temprana edad, en torno a la cincuentena, y debido a un cáncer.
Su historia es otro ejemplo más del sueño americano y hay aspectos interesantes. Uno de ellos es que al que se acaba de marchar siendo considerado por millones de personas como "un enorme talento creativo" o "un genio de la humanidad" le faltaba la formación académica. A veces la Universidad (que no critico, ni mucho menos, de hecho estoy orgulloso de mi formación universitaria) puede aportar mucho, pero también limitarte. Muchos genios, visionarios o simplemente mentes inquietas van más allá del 'molde', del 'canon', de la manera de pensar que puede imponerles el pensamiento reglado, por muy amplio que sea de miras. Esa idea me parece interesante y valiosa de su vida: la búsqueda de la perfección, el deseo constante de innovar, la capacidad de asimilación de constantes estímulos. Dicen que no inventó nada nuevo, pero tuvo la capacidad de crear objetos sencillos, con gran calidad de sueño, que atrajeron a una gran cantidad de personas. Por supuesto el marketing y la publicidad también ayudan...
En esta época tan dada a construir y generar nuevos mitos constantes se ha despedido con todos los honores y parabienes a Steve Jobs. Su presencia en los medios, comparable a decesos de figuras históricas, ex presidentes o artistas de primer nivel, viene a decirnos que las nuevas tecnologías, la informática y las herramientas de la comunicación ya ocupan un lugar prácticamente central en nuestras vidas. Aunque aún haya muchas personas que... vaya... no tienen para comprarse un iphone.
martes, 6 de septiembre de 2011
Días de verano
No quedan días de verano canta Amaral...
Pues sí, el verano está llegando a su fin y vuelvo a hacer acto de presencia por este blog, caótico, variado, sin una línea argumental ni temática definida, más bien un rinconcito que no termino de abandonar, al que volver de vez en cuando para compartir opiniones, comentarios, vídeos, cultura, un poco de todo...
¿Cómo ha ido el verano? ¿Qué tal fue el vuestro? ¿Habéis cargado pilas? Uno de los objetivos de esta estación, en la que casi todos los que trabajan tienen la ocasión de cogerse vacaciones es desconectar, cambiar de aires, dejar la ciudad para buscar otros paisajes, otros olores y colores, las playas... yo tengo la suerte de vivir en una ciudad con mar, en la que siempre nos acompaña, todo el año... pues he disfrutado de los amigos, las playas, los viajes, he estado en varios puntos de Andalucía, como Sevilla, Cádiz, Málaga... y vengo con las pilas cargadas y energías.
Esto casi parece un mensaje genérico. Gracias a todos por leerme y a ver qué nos trae esta nueva temporada de otoño/invierno. Suerte!
viernes, 12 de agosto de 2011
miércoles, 13 de julio de 2011
Cadizterapia
Con todas las que son en el mundo y no hay dos ciudades iguales. Vale, todas tienen calles, plazas, edificios, historia y habitantes. Pero su sabor, su estilo, las vivencias que la han hecho diferente son las que constituyen la esencia de cada ciudad. Todas las ciudades tienen su mito, su imagen configurada a través de siglos y años, con monumentos icónicos que se reproducen en las guías turísticas hasta formar la 'imagen' que la mayoría de la gente tiene en la cabeza de ese lugar. Pero excede del contenido de esta entrada, dedicada a mi amiga Loli, con la que fui el pasado fin de semana a Cádiz, hablar de los mitos de cada ciudad.
¿Qué es la Cadizterapia?
Un nuevo concepto revolucionario en el mundo de los viajes. En nuestra época actual aparecen las técnicas más variadas en los temas más diversos, como la risoterapia. De eso Cádiz sabe mucho. Los patronatos turísticos y el Ayuntamiento se han puesto de acuerdo y, sin usar ese término, nos lanzan el mensaje de la Cadizterapia: 'Cádiz, la ciudad que sonríe' es el lema.
La Cadizterapia es una forma de estar en el mundo
La Cadizterapia es poner una sonrisa ante la adversidad
La Cadizterapia es ser tan grande como para no tomarte en serio, estar pleno de tantas cosas que no necesitas sofisticarte ni tener pose ni creerte nada
La Cadizterapia es usar el humor como escudo, es cantar por tanguillos las duras verdades de la existencia, es hacer crítica política con unos cuantos cuplés
La Cadizterapia es el elogio de la sencillez, del pueblo
La Cadizterapia es estar tumbado en la playa de la Caleta sin pensar en nada, dar un paseo por el Baluarte de la Candelaria y respirar el aire que te hará soportable la vuelta a tu ciudad de origen, es echarte unas risas con los excesos de un travesti y sus bromas en el Pay Pay
Cádiz tiene muchos problemas también. No todo va a ser mitificación. Como cualquier otra ciudad. Junto a la Iglesia de Santa María hay un sencillo azulejo con un poema en el que se pide ayuda divina para vencer "el paro y la droga". Pero más allá de problemas estructurales, Cádiz para el visitante, para el foráneo, para el extranjero es un lugar en el que estar a gusto, lleno de historia, una ciudad sencilla, que no compite con otros destinos de Andalucía en pomposidad y monumentalidad, ni falta que hace. Es cercana y acogedora, es popular y divertida, señoras y señores, esto no se puede explicar, tienen que ir a Cádiz...
P.D. - Y es muy probable que si quieren visitar algún lugar en concreto y lo comenten en voz alta, cualquier vecino (especialmente una señora mayor) le indique la dirección que deben tomar. Lo que en otro sitio se llamaría entrometimiento aquí es interés y cercanía. Sencillez. Cai es diferente! :)
martes, 12 de julio de 2011
Dos fandangos
No te fíes del cariño
que diga muchas palabras,
que el verdadero cariño
se hace un nudo en la garganta
y se llora como un niño
Mis lágrimas voy echando
en un vaso de cristal.
Ahora las echo en el suelo
porque, de tanto llorar,
el vaso lo tengo lleno
Y un recuerdo al maestro, el más grande cantaor de fandangos que hemos tenido. De Huelva tenía que ser: Paco Toronjo.
que diga muchas palabras,
que el verdadero cariño
se hace un nudo en la garganta
y se llora como un niño
Mis lágrimas voy echando
en un vaso de cristal.
Ahora las echo en el suelo
porque, de tanto llorar,
el vaso lo tengo lleno
Y un recuerdo al maestro, el más grande cantaor de fandangos que hemos tenido. De Huelva tenía que ser: Paco Toronjo.
jueves, 7 de julio de 2011
De cinéfilo a cinéfago
Descubrí el término no hace mucho: 'cinéfago'. Es una palabra que viene a sustituir al 'cinéfilo' clásico, es decir, el amante del cine, por un amante del cine en versión 2.0, mejor dicho, en versión posmoderna, ecléctica y ausente de prejuicios. La idea simplificada sería que ser cinéfilo define degustar los platos más exquisitos del cine clásico, disfrutar con las interpretaciones de los mejores actores y aplaudir las obras más destacadas de los directores que configuran el 'canon' de la creatividad, del arte y del buen gusto en el cine.
Pero la posmodernidad (o ya casi habría que hablar de pos-posmodernidad) se empeña en ponerle nombre a todo, en intentar buscar diferencias y en definirse y nos regala el nuevo término: 'cinéfago'. Persona que adora y disfruta el cine, pero no entendido como una escala de valores, si no como un inabarcable menú de platos en el que un día te puede apetecer un clásico de los años 20 y al día siguiente una película de serie B de los 70. Aquí está la cinefagia: en la mezcla, la variedad, el no avergonzarse por ver unas determinadas películas. En definitiva, cambia la mirada. Pues bien, soy cinéfago.
Esta entrada (la primera de julio, me da que este verano no voy a estar demasiado activo en el blog) la escribo en el momento adecuado, porque esta noche acabo de hacer un experimento cinéfago. Llevaba meses con ganas de hacerla y llegó la noche adecuada para ver, en este orden, 'El séptimo sello', de Ingmar Bergman, y 'Los bingueros', de Mariano Ozores. Sin duda verlas en el orden inverso habría sido casi otra experiencia diferente. Nada que ver en todos los órdenes: la época (una es de 1957 y otra de 1979), la nacionalidad (sueca y española), el estilo, la forma de narrar, los personajes, la música... Nada de nada.
'El séptimo sello' es el cine con mayúsculas para el cinéfilo. Es un cine que te hace pensar, reflexionar, nada menos que sobre la idea de la muerte. Tiene gran calidad estética y narrativa, contiene imágenes que forman parte ya de la historia del cine (el juego de ajedrez entre el caballero y la muerte) y la he disfrutado muchísimo, a muchos planos y con gran intensidad. Nada que ver por supuesto con 'Los bingueros', que es frívola, casposa y difícilmente pasaría hoy el examen de lo 'políticamente correcto'. Pero una aspira a ser otra y otra se conforma con ser un producto de mero entrenimiento. Las dos son cine y el cinéfago tiene que intentar aprovechar lo que pueda extraer de cada experiencia, sea a un nivel narrativo, formativo, cultural o meramente estético. Os invito a 'cinefagear', como en la música o en la gastronomía, unos días nos apetece una hamburguesa y otros probamos un gazpacho de mango.
¡Viva el cine, feliz verano amigos lectores!
Pero la posmodernidad (o ya casi habría que hablar de pos-posmodernidad) se empeña en ponerle nombre a todo, en intentar buscar diferencias y en definirse y nos regala el nuevo término: 'cinéfago'. Persona que adora y disfruta el cine, pero no entendido como una escala de valores, si no como un inabarcable menú de platos en el que un día te puede apetecer un clásico de los años 20 y al día siguiente una película de serie B de los 70. Aquí está la cinefagia: en la mezcla, la variedad, el no avergonzarse por ver unas determinadas películas. En definitiva, cambia la mirada. Pues bien, soy cinéfago.
Esta entrada (la primera de julio, me da que este verano no voy a estar demasiado activo en el blog) la escribo en el momento adecuado, porque esta noche acabo de hacer un experimento cinéfago. Llevaba meses con ganas de hacerla y llegó la noche adecuada para ver, en este orden, 'El séptimo sello', de Ingmar Bergman, y 'Los bingueros', de Mariano Ozores. Sin duda verlas en el orden inverso habría sido casi otra experiencia diferente. Nada que ver en todos los órdenes: la época (una es de 1957 y otra de 1979), la nacionalidad (sueca y española), el estilo, la forma de narrar, los personajes, la música... Nada de nada.
'El séptimo sello' es el cine con mayúsculas para el cinéfilo. Es un cine que te hace pensar, reflexionar, nada menos que sobre la idea de la muerte. Tiene gran calidad estética y narrativa, contiene imágenes que forman parte ya de la historia del cine (el juego de ajedrez entre el caballero y la muerte) y la he disfrutado muchísimo, a muchos planos y con gran intensidad. Nada que ver por supuesto con 'Los bingueros', que es frívola, casposa y difícilmente pasaría hoy el examen de lo 'políticamente correcto'. Pero una aspira a ser otra y otra se conforma con ser un producto de mero entrenimiento. Las dos son cine y el cinéfago tiene que intentar aprovechar lo que pueda extraer de cada experiencia, sea a un nivel narrativo, formativo, cultural o meramente estético. Os invito a 'cinefagear', como en la música o en la gastronomía, unos días nos apetece una hamburguesa y otros probamos un gazpacho de mango.
¡Viva el cine, feliz verano amigos lectores!
lunes, 27 de junio de 2011
Un cambio de sexo (musical)
¿Tienen sexo las canciones? Durante años muchos cantantes han realizado versiones con cambios de género en función de quién cantaba la canción. Comparto hoy una de las más deliciosas canciones compuestas en Brasil, la fantástica 'Garota do Ipanema', pero cambiada de sexo. Cuando la cantan las mujeres, se convierte en 'Boy from Ipanema'. Lena Horne, Julie London, Shirley Bassey, la extraordinaria Ella Fitzgerald o, más recientemente, Diana Krall le han cantado a ese sensual y bello chico de la playa de Ipanema.
Como anécdota comentaré que recientemente la cantante malagueña Diana Navarro, en su disco dedicado a la canción española, 'Camino verde', cambió de sexo a la mítica Bien pagá y en su lugar cantó el 'Bien pagao'. Seguro que hay algunos casos más, pero lo importante es que la música suene bien en las voces de hombres y mujeres. Y da igual el sexo. Recuerden que en los 80 llamaba la atención que Ana Torroja, la solista de Mecano, cantara las canciones compuestas por los hermanos Cano, desde el punto de vista de un hombre. Y sonaba curioso.
Les dejo con este chico de Ipanema! Feliz junio, que se nos va terminando!
Como anécdota comentaré que recientemente la cantante malagueña Diana Navarro, en su disco dedicado a la canción española, 'Camino verde', cambió de sexo a la mítica Bien pagá y en su lugar cantó el 'Bien pagao'. Seguro que hay algunos casos más, pero lo importante es que la música suene bien en las voces de hombres y mujeres. Y da igual el sexo. Recuerden que en los 80 llamaba la atención que Ana Torroja, la solista de Mecano, cantara las canciones compuestas por los hermanos Cano, desde el punto de vista de un hombre. Y sonaba curioso.
Les dejo con este chico de Ipanema! Feliz junio, que se nos va terminando!
jueves, 23 de junio de 2011
Deseos por San Juan
Nuestra sociedad sigue girando en torno a sus tradiciones, creencias y ritos. Aunque nos hayamos vuelto tan contemporáneos, con nuestros ipods, iphones y estemos en decenas de redes sociales (in crescendo), de vez en cuando gusta reencontrarse con nuestra parte más ancestral, más ritual, cuando la sociedad era diferente, mucho menos sofisticada, pero también con otros encantos (y otros problemas, claro). La noche de San Juan es una noche ideal en el año para los idealistas, para los jóvenes de pensamiento, para los indignados, claro que sí. ¿Por qué? Porque hay en San Juan algo trascendente, algo inconformista, algo provocador.
San Juan, para mí, es deseo de cambio. Es una hoguera purificadora en la que queremos quemar todo aquello que no nos gusta de nosotros ni del mundo. Si todos los ciudadanos escribieran en un papel las cosas que detestan de esta sociedad (otro sistema es posible) y las fueran depositando en las hogueras, igual no serviría de nada desde un punto de vista práctico, pero simbólicamente les ayudaría a intentar pelear más por conseguirlas en el día a día. Un mundo más justo, más sencillo, más libre, menos burocratizado. No hay por qué irse a los grandes temas ni conflictos mundiales (tantos, tan variados y tan complejos), si no que en nuestros reducidos entornos cotidianos también podemos introducir elementos para cambiarlos, para mejorarlos, para sanearlos.
Llegamos a San Juan cansados. Casi la mitad del año nos ha traído hasta aquí. En sus arenas, en su fuego, en sus olas buscamos purificarnos, cambiar, ser mejores, encontrar fuerzas para todo lo que nos quedan en esta segunda parte del 2011. Y mira que pasarán cosas. Pero en ese fuego podemos dejar atrás miedos y frustraciones, tristezas y desencantos. Viejos amores. Ideas obsoletas. Proyectos fracasados. Renovémonos por dentro, volvamos a esta mitología de San Juan (aunque no es necesaria, tampoco, cualquier día es bueno para cambiar, uno puede inventar su propia mitología).
Y tras estas breves reflexiones 'sanjuaneras' no puedo dejar de compartir al maestro, a Joan Manuel Serrat, que desde hace años pone la 'banda sonora' a mi noche de San Juan con esta preciosa canción 'Fiesta', en la que nos recuerda que, al menos por unas horas, todos somos iguales...
sábado, 18 de junio de 2011
¡Viva Gigliola!
Gigliola Cinquetti es una cantante italiana nacida en 1947, que vivió su época de mayor popularidad allá por los años 60 y 70. Es recordada sobre todo por su tema 'Non ho l´età' (No tengo edad), con el que ganó el festival de Eurovisión en el año 1964. Hoy tengo un 'día Gigliola' y su preciosa y cálida voz me llevan acompañando toda la tarde, ya que enlazo una canción con otra en youtube.
Estas breves líneas no son sólo para homenajearla por su voz, su repertorio y su encantadora puesta en escena, si no también para recordar un tipo de artistas que ya, prácticamente, ha desaparecido. Aunque su lengua era la italiana, Cinquetti no tuvo problemas en cantar en francés, castellano, inglés y hasta en alemán. Así formaba parte de un circuito europeo, realizando actuaciones en las distintas televisiones nacionales y contribuyendo a incrementar su popularidad. Hoy día creo que los mercados musicales, con todo lo que han crecido, también están más cerrados. Es raro encontrar a estas primeras figuras europeas que no tengan problemas en cantar en las principales lenguas del continente. O tenemos a gente muy local o gente muy global, pero desde el inglés.
Viva la música, viva la variedad musical y una pequeña anécdota. Un amigo me comentaba hace poco que cuando él publicaba o decía que le gustaban este tipo de canciones, había algunas personas que lo ridiculizaban. Completamente absurdo, otro día hablaré del 'talibanismo cultural' o de las personas que, desde ciertas actitudes intelectuales, establecen el canon de lo que se debe o no escuchar. ¿Saben lo que pienso? Que cada cual escuche lo que quiera, tenga más o menos calidad, tenemos que ser libres en todo y también en la música y hoy más que nunca podemos estar abiertos a un universo completamente amplio, aunque luego cada uno, está claro, tenga sus gustos. Pues a mí Gigliola me encanta y quiero dejaros con esta versión de 'Alle porte del sole' en alemán, que sería 'Auf der strasse der sonne'. Hasta Lady Gaga ha hecho un guiño al alemán en su último trabajo...
lunes, 13 de junio de 2011
El diario no hablaba de ti (ni la radio, ni Internet, ni las redes sociales...)
La gran mayoría de las informaciones que publican hoy los periódicos mañana habrán sido olvidadas. A no ser que afecten a los ciudadanos directemente, casi todas las noticias son sólo un relámpago de luz en medio de la oscuridad, unas cuantas letras juntas, el relato de un suceso extraordinario, lo que a alguien pudo interesar, las noticias que mandan los políticos... El maestro Sabina se burló con su habitual estilo de este sinsentido de información en la canción 'El diario no hablaba de ti... ni de mí'.
Tampoco las redes sociales ni la radio ni Internet. Una de las sensaciones que tenemos en la época actual es la sobredosis de información, su exceso, su inmediatez, casi su absolutismo! Cuesta mucho contar las cosas medianamente bien, para que se entiendan, además cada vez vivimos en un mundo más complejo, si a veces perdemos matices de informaciones relativas a otras comunidades autónomas distintas a las que vivimos, ¿cómo vamos a entender el Mundo Árabe o la realidad en Asia?
De todos modos lo importante siempre, antes y ahora más aún, es ir a fuentes de calidad, recurrir a información contrastada, a medios serios, que aporten visiones de la realidad más completas y complejas. El mundo es sumamente confuso y nos perdemos. Ante este galimatías, creo que algunas personas (pero serán prácticamente las mínimas) optarán por renunciar a la información y centrarse en sus respectivas tareas diarias o en sus entornos locales, pero la gran mayoría de la gente querrá seguir estando informada y cada vez más y por múltiples ventanas. Ya se habla de la infoxicación y el síndrome de fatiga informativa, en algunos casos pasa que tienes tantos datos que cuesta asimilarlos...
Es bueno estar informado, por supuesto, pero la sobreinformación es peligrosa, al bombardearnos y dejar nuestros sentidos indefensos a ese maremágnum. Por eso hace falta el criterio. Mientras tanto recordaremos una vez más, con María Jiménez, que el diario sigue sin hablar de ti... Las razones de los débiles...
Tampoco las redes sociales ni la radio ni Internet. Una de las sensaciones que tenemos en la época actual es la sobredosis de información, su exceso, su inmediatez, casi su absolutismo! Cuesta mucho contar las cosas medianamente bien, para que se entiendan, además cada vez vivimos en un mundo más complejo, si a veces perdemos matices de informaciones relativas a otras comunidades autónomas distintas a las que vivimos, ¿cómo vamos a entender el Mundo Árabe o la realidad en Asia?
De todos modos lo importante siempre, antes y ahora más aún, es ir a fuentes de calidad, recurrir a información contrastada, a medios serios, que aporten visiones de la realidad más completas y complejas. El mundo es sumamente confuso y nos perdemos. Ante este galimatías, creo que algunas personas (pero serán prácticamente las mínimas) optarán por renunciar a la información y centrarse en sus respectivas tareas diarias o en sus entornos locales, pero la gran mayoría de la gente querrá seguir estando informada y cada vez más y por múltiples ventanas. Ya se habla de la infoxicación y el síndrome de fatiga informativa, en algunos casos pasa que tienes tantos datos que cuesta asimilarlos...
Es bueno estar informado, por supuesto, pero la sobreinformación es peligrosa, al bombardearnos y dejar nuestros sentidos indefensos a ese maremágnum. Por eso hace falta el criterio. Mientras tanto recordaremos una vez más, con María Jiménez, que el diario sigue sin hablar de ti... Las razones de los débiles...
lunes, 6 de junio de 2011
Midnight in Paris y la nostalgia
No hablaré de 'Midnight in Paris' como película. Ay, Woody Allen, me encantas, eres el más grande, tienes permitido hacer lo que quieras, hacerlo una vez al año, con total libertad y siempre lo que me ofrezcas me va a gustar más que casi todos los demás, pero te repites, amigo, y no has sido tan cáustico ni tan cínico como nos tienes acostumbrados... el tour europeo está genial, pero creo que ya podrías ir volviéndote a Manhattan. Dicho con todo el cariño, claro, de uno que ha visto toda su filmografía y cree que Woody es el más grande!
Pero esta entrada no es para cuestionar o no los méritos, por otra parte indudables en la parcela estética, de esta película, si no dedicar unas breves líneas a la nostalgia. El protagonista de 'Midnight in Paris' es un escritor americano de películas comerciales y convencionales, que por arte de magia aparece en los años 20, donde tiene la oportunidad de alternar con los escritores y artistas que más admira. Frente a él desfilan el matrimonio Scott Fitzgerald, con la atractiva y esquizofrénica Zelda, un extravagante Dalí que sueña con rinocerontes, Pablo Picasso, recelando de sus amantes, un indómito Hemingway que busca gresca con todos y sentencia en vez de hablar, Gertrude Stein casi como la 'mamma' intelectual, Buñuel... un fascinante fresco de una etapa que yo también tengo mitificada.
Las personas que son mitómanas, las que adoran a los artistas del pasado, siempre van a tender a pensar que sus épocas eran más adorables, más fascinantes, tenían más encanto, estaban menos contaminadas, más limpias, menos corruptas, más creativas que la actual. Pero si bien quisiéramos transportarnos por unos días u horas a esa época, e incluso algunos dirían que les gustaría quedarse a vivir en ellas, no hay que perder de vista que nos hemos acostumbrado a miles de comodidades contemporáneas que forman parte de nuestras vidas, en las que ni siquiera reparamos, pero sin las que nos resultaría menos agradable la existencia, por mucho que viviéramos en el París de la Belle Epoque, el Berlín de entreguerras, el Nueva York de los años 70 o la época de la Contrarreforma.
Sin duda es fascinante admirar a grandes talentos del pasado, escritores, artistas, cantantes, científicos... pero más allá de reconocer y resaltar sus méritos, no podemos dejar de ver que son personas extraordinarias en facetas concretas, pero no dejan de ser personas. Eso supone también tener miedos, problemas, inseguridades, no ser perfectas y posiblemente llegar a resultar decepcionantes si, como el personaje de la película, tuviéramos la ocasión de conocerlas en persona. Y no citaré el ejemplo de un admirador que fue a pedirle un autógrafo a un conocido director de cine, escritor y actor y su respuesta fue mandarlo a la mierda.
La nostalgia. Ay, la nostalgia. Está bien soñar, evocar épocas, imaginar otros tiempos... pero al fin y al cabo tampoco se está tan mal en los nuestros. En la Belle Epoque tenían la tisis. No tenían twitter, por otra parte. La vida no es tan diferente, es la tecnología la que nos diferencia y nos sofistica, las herramientas con las que trabajabamos y los elementos que emplemos en nuestro paso por el mundo... en lo profundo el ser humano casi actúa igual todas las épocas. Aunque unas, me lo van a permitir, queridos lectores, tengan más encanto que otras...
Les dejo con una reflexión de mi amiga Loli, ayer hablábamos de este tema al salir del cine y ella argumentaba que le parece más meritorio que el talento humano florezca en las circunstancias más adversas, por ejemplo cuando un país está viviendo una guerra. Entonces aún tienen mayor valor las creaciones artísticas o literarias que en entornos más apacibles.
Pero esta entrada no es para cuestionar o no los méritos, por otra parte indudables en la parcela estética, de esta película, si no dedicar unas breves líneas a la nostalgia. El protagonista de 'Midnight in Paris' es un escritor americano de películas comerciales y convencionales, que por arte de magia aparece en los años 20, donde tiene la oportunidad de alternar con los escritores y artistas que más admira. Frente a él desfilan el matrimonio Scott Fitzgerald, con la atractiva y esquizofrénica Zelda, un extravagante Dalí que sueña con rinocerontes, Pablo Picasso, recelando de sus amantes, un indómito Hemingway que busca gresca con todos y sentencia en vez de hablar, Gertrude Stein casi como la 'mamma' intelectual, Buñuel... un fascinante fresco de una etapa que yo también tengo mitificada.
Las personas que son mitómanas, las que adoran a los artistas del pasado, siempre van a tender a pensar que sus épocas eran más adorables, más fascinantes, tenían más encanto, estaban menos contaminadas, más limpias, menos corruptas, más creativas que la actual. Pero si bien quisiéramos transportarnos por unos días u horas a esa época, e incluso algunos dirían que les gustaría quedarse a vivir en ellas, no hay que perder de vista que nos hemos acostumbrado a miles de comodidades contemporáneas que forman parte de nuestras vidas, en las que ni siquiera reparamos, pero sin las que nos resultaría menos agradable la existencia, por mucho que viviéramos en el París de la Belle Epoque, el Berlín de entreguerras, el Nueva York de los años 70 o la época de la Contrarreforma.
Sin duda es fascinante admirar a grandes talentos del pasado, escritores, artistas, cantantes, científicos... pero más allá de reconocer y resaltar sus méritos, no podemos dejar de ver que son personas extraordinarias en facetas concretas, pero no dejan de ser personas. Eso supone también tener miedos, problemas, inseguridades, no ser perfectas y posiblemente llegar a resultar decepcionantes si, como el personaje de la película, tuviéramos la ocasión de conocerlas en persona. Y no citaré el ejemplo de un admirador que fue a pedirle un autógrafo a un conocido director de cine, escritor y actor y su respuesta fue mandarlo a la mierda.
La nostalgia. Ay, la nostalgia. Está bien soñar, evocar épocas, imaginar otros tiempos... pero al fin y al cabo tampoco se está tan mal en los nuestros. En la Belle Epoque tenían la tisis. No tenían twitter, por otra parte. La vida no es tan diferente, es la tecnología la que nos diferencia y nos sofistica, las herramientas con las que trabajabamos y los elementos que emplemos en nuestro paso por el mundo... en lo profundo el ser humano casi actúa igual todas las épocas. Aunque unas, me lo van a permitir, queridos lectores, tengan más encanto que otras...
Les dejo con una reflexión de mi amiga Loli, ayer hablábamos de este tema al salir del cine y ella argumentaba que le parece más meritorio que el talento humano florezca en las circunstancias más adversas, por ejemplo cuando un país está viviendo una guerra. Entonces aún tienen mayor valor las creaciones artísticas o literarias que en entornos más apacibles.
martes, 31 de mayo de 2011
El regalo que nos deja mayo
Mayo llega a su fin y no ha estado nada mal como mes. Aparte de en lo personal, en lo social y político casi podemos decir, sin temor a exagerar, que el escenario español ha cambiado notablemente del 1 al 31 de mayo. Muchas cosas han pasado en estos 31 intensos días y yo, que he preferido esperar para no escribir en caliente, quería dejar que transcurrieran los días para hablar del movimiento del 15-M.
El hartazgo de la situación política, el asco que produce la corrupción, las injusticias sociales, el elevado desempleo y la sensación general de vivir en una época 'basura' (no porque la época lo sea, ni mucho menos, si no porque determinadas instancias quieran apostar por un 'basura way of life': política basura, comida basura, televisión basura) formaba el caldo de cultivo ideal para que se produjera una auténtica revolución social. Nada que ver con viejas y caducas revueltas anteriores, que pudieron ser fascinantes en su día, pero que responden a una situación concreta muy diferente de la actual.
Esta generación que lo tiene todo ha salido a la calle. Ha recuperado (en parte, con matices) el espíritu de la democracia, en el sentido de volver a colocar la política en el primer plano de la esfera social, pero no la agenda política marcada por los grandes partidos, si no enfocada desde lo popular, desde la ciudadanía. Reflexiones, ideas, propuestas han ido bulliendo estos días y ha sido fantástico y estimulante. Creo que en general el movimiento del 15-M ha sido recibido por una gran ola de simpatía, desde adolescentes hasta personas mayores, pero los más críticos les piden concreción ya o les acusan de idealismos que no llegarán a nada concreta. Tiempo al tiempo.
Una de las sensaciones más generales de esta época (a mí al menos me pasa con mucha frecuencia) es la de vivir en un torbellino informativo constante, en el que el nuevo tweet sustituye al anterior, todo pasa demasiado rápido y apenas hay tiempo para dirigir tanto cambio, tanta información, tanto nuevo estímulo. El 15-M es una voz, es una ola, es un movimiento, es una reacción. Es un bebé que da sus primeros pasos. Démosle tiempo para que se articule, construya, proponga, se siga movilizando y alterando conciencias. Démosle tiempo para que sirva para sembrar las semillas de una sociedad mejor. Si no servirá para cambiar el país, al menos que encuentre la forma de seguir denunciando lo que es injusto y que el ciudadano vuelva a recuperar el protagonismo que le corresponda.
El 15-M ha sido el soplo de aire fresco en una campaña electoral cansina y reiterativa. En el tiempo ha coincidido con el gran triunfo nacional del PP en las elecciones autonómicas y locales, pero no es que de golpe todo el mundo se haya vuelto del PP, si no que hay una gran ola de descontento hacia el PSOE, que tiene que iniciar su travesía en el desierto para afrontar una nueva etapa. En todo caso la ciudadanía (o al menos la parte más activa) ha mostrado interés por volver a hablar de la política, de dejar de pensar que todo 'es basura', que todo es negro, que no sirve de nada quejarse, para intentar cambiar las cosas. Siempre los más visibles son los que van por delante (los acampados, aquellos que sufrieron la represión policial en Barcelona), pero no hay que dejar de lado que en este mundo de redes sociales, las ideas se van sembrando y germinando y este podría ser el perfecto inicio de una etapa en la que el ciudadano vuelva a ser crítico y busque formas para expresar su indignación.
Indignaos, ya lo dijo Stéphan Hessel, que a sus 93 años se ha convertido en el icono inspirador de toda una generación. El tiempo dirá en qué queda todo esto, a más largo plazo, pero de momento saludamos con optimismo a un 15-M, a una petición de democracia real ya, que es el regalo que nos deja el mes de mayo.
Atentos, que llega junio y en los próximos 30 días tienen que pasar muchas, muchas cosas...
lunes, 23 de mayo de 2011
Nos vemos en Sol
Cuando alguien usa las palabras mejor que tú tienes que citarlo. Comparto esta entrada de mi amiga Nazaret y os la recomiendo, además de que sigáis su blog, siempre interesante y con muchos datos y una visión crítica de la realidad política. Bravo Nazaret!
http://sambaytango.blogspot.com/2011/05/nos-vemos-en-sol.html
http://sambaytango.blogspot.com/2011/05/nos-vemos-en-sol.html
martes, 17 de mayo de 2011
Versiones eurovisivas excesivas
Eurovisión hay que verlo con las gafas del petardeo y la frivolidad. No es para tomárselo muy en serio. Si hace décadas era un festival al que cada país mandaba a sus mejores intérpretes de canción ligera, en los últimos años se ha convertido en un puro espectáculo, donde apenas hay cabida para la calidad artística (con alguna honrosa excepción). Aunque desde el punto de vista petardo funciona perfectamente, hay que divertirse entre amigos y comentar los estilismos imposibles, los estribillos petardos y las puestas en escena impactantes. Con Eurovisión hay que dejar de lado los criterios artísticos, musicales y ni siquiera irritarse por el mal resultado de España año tras año (algunos cuestionan que se gaste dinero en eso, por lo que proponen que el país deje de presentarse, directamente) y disfrutarlo como lo que es: un espectáculo perfectamente reivindicable desde el kitsch y el exceso!
En los últimos años se han hecho versiones diferentes y excesivas de algunos temas eurovisivos. Por ejemplo la siempre excesiva Terremoto de Alcorcón versionó el tema con el que France Gall ganó el festival en 1965, representando a Luxemburgo, 'Poupée de cire, poupée de son". Como suele hacer la Terremoto, cambia la letra de la canción con su estilo humorístico para convertirla en una muñeca de Alcorcón.
El indie-pop, con su habitual eclecticismo y búsqueda constante de referencias, también ha sentido cierto interés por Eurovisión. Aquí una versión 'electrónica' del grupo pop barcelonés Hidrogenesse versionando la rumba con la que Remedios Amaya representó a España en el festival en 1983. Míticos resultan ya sus pies descalzos y su 'cero points'.
En 1961 España acudió por primera vez al festival, creado en 1956. con Conchita Bautista interpretando esta canción popular y bailable 'Estando contigo'. Cincuenta años tiene y sigue sonando en verbenas populares. En esta ocasión la interpreta una de las grandes voces del pop en español (a mí me encanta, pero reconozco que tiene un punto petardo): Marta Sánchez
Diez años después acudió Karina, ganadora del concurso 'Pasaporte a Dublín'. Una eurofan declarada como Alaska, que igual participa en el Festival de Benicassim que sale en programas de corazón, permitiéndose estar en todas las salsas y manteniendo gran apoyo popular, hizo otra versión 'electrónica', en una gala especial de Televisión Española, dedicándosela a la propia Karina.
Finalmente termino esta entrada dedicada a versiones diferentes de canciones de Eurovisión con un popurrí interpretado por los concursantes de la primera edición de Operación Triunfo. No faltan el mítico La, la, la de Massiel, mi canción favorita de Eurovisión, Waterloo, de ABBA, 'Bailar pegados', de Sergio Dalma, o el 'Canta y sé feliz', de Peret. Y Rosa López, que representó a España con 'Europe´s living a celebration', canta mi canción favorita del festival en castellano: 'Eres tú'.
Nostálgico, mítico, petardo, friki y frívolo, el festival ya está lleno de artistas clásicos y sirve de plataforma a países europeos de reciente creación. Con una curiosa mezcla de política y música, es un puro espectáculo y los datos de audiencia siguen siendo espectaculares. Reivindico Eurovisión desde el petardeo y lo frívolo, que también le dan su encanto a esta espesa y seria vida. ¡Viva Eurovisión!
En los últimos años se han hecho versiones diferentes y excesivas de algunos temas eurovisivos. Por ejemplo la siempre excesiva Terremoto de Alcorcón versionó el tema con el que France Gall ganó el festival en 1965, representando a Luxemburgo, 'Poupée de cire, poupée de son". Como suele hacer la Terremoto, cambia la letra de la canción con su estilo humorístico para convertirla en una muñeca de Alcorcón.
El indie-pop, con su habitual eclecticismo y búsqueda constante de referencias, también ha sentido cierto interés por Eurovisión. Aquí una versión 'electrónica' del grupo pop barcelonés Hidrogenesse versionando la rumba con la que Remedios Amaya representó a España en el festival en 1983. Míticos resultan ya sus pies descalzos y su 'cero points'.
En 1961 España acudió por primera vez al festival, creado en 1956. con Conchita Bautista interpretando esta canción popular y bailable 'Estando contigo'. Cincuenta años tiene y sigue sonando en verbenas populares. En esta ocasión la interpreta una de las grandes voces del pop en español (a mí me encanta, pero reconozco que tiene un punto petardo): Marta Sánchez
Diez años después acudió Karina, ganadora del concurso 'Pasaporte a Dublín'. Una eurofan declarada como Alaska, que igual participa en el Festival de Benicassim que sale en programas de corazón, permitiéndose estar en todas las salsas y manteniendo gran apoyo popular, hizo otra versión 'electrónica', en una gala especial de Televisión Española, dedicándosela a la propia Karina.
Finalmente termino esta entrada dedicada a versiones diferentes de canciones de Eurovisión con un popurrí interpretado por los concursantes de la primera edición de Operación Triunfo. No faltan el mítico La, la, la de Massiel, mi canción favorita de Eurovisión, Waterloo, de ABBA, 'Bailar pegados', de Sergio Dalma, o el 'Canta y sé feliz', de Peret. Y Rosa López, que representó a España con 'Europe´s living a celebration', canta mi canción favorita del festival en castellano: 'Eres tú'.
Nostálgico, mítico, petardo, friki y frívolo, el festival ya está lleno de artistas clásicos y sirve de plataforma a países europeos de reciente creación. Con una curiosa mezcla de política y música, es un puro espectáculo y los datos de audiencia siguen siendo espectaculares. Reivindico Eurovisión desde el petardeo y lo frívolo, que también le dan su encanto a esta espesa y seria vida. ¡Viva Eurovisión!
jueves, 12 de mayo de 2011
Nostalgia charra
Esta noche vi en televisión un fragmento de un programa de reportajes callejeros, en los que salían un grupo de estudiantes que vivían en Salamanca. Y esos minutos televisados no los vi como otras muchas noticias a lo largo del día, si no que me hicieron evocar numerosos recuerdos y sentimientos. Me vino nostalgia charra. Entre 1998 y 2002 tuve la suerte de poder estudiar en esa ciudad y pasar allí un verano haciendo prácticas. Me han venido numerosos recuerdos de grandes momentos vividos, de paseos, de noches de fiesta, de clases, de risas y compañía con amigos. Amigos que nacieron cuando apenas tenía 18 años y que ahora, ya cumplidos los 30, me siguen acompañando. Y siempre evocamos con nostalgia y cariño aquella época.
La mía fue en Salamanca, pero la de otros en muchas ciudades. La etapa universitaria es única y decisiva en nuestras vidas y se recuerda con enorme cariño y nostalgia cuando van pasando los años. Con mayor nostalgia cuantos más pasan. Cuando la vivimos apenas somos conscientes de que son algunos de los mejores años de nuestras vidas, que tenemos que vivirlos con máxima intensidad, usarlos como lección de vida y tomar glóbulos rojos para todo lo que vendrá después, que será dura. Porque esos años se fueron para siempre y de ellos solo queda el recuerdo y la evocación de tantos y tantos momentos felices vividos, en mi caso en Salamanca.
miércoles, 11 de mayo de 2011
Nella fantasia (reflexión con un toque optimista)
Nadie pasa por este mundo como si nada. La vida es un proceso enormemente complejo. Decía Paul Auster que la vida es el tiempo que transcurre entre nacer y morir y lo que pasa en medio no tiene demasiado sentido. Y mira que pasan cosan. También dice que una vida sólo es reducible y comprensible en sí misma. Constantemente estamos en contacto con palabras como muerte, vida, nacimiento, dolor, pena, sentimiento. Pero son solo eso: palabras escritas en un blog. Ahora, cuando son hechos, cuando son vivencias, cuando son sentimientos, son tantas cosas que no pueden expresarse.
Parece que está todo dicho ya. Ni mucho menos. La vida se renueva cada día. Mientras estás leyendo estas líneas un nuevo ser humano acaba de venir al mundo, un chico roba su primer beso a una chica, dos adversarios políticos debaten y se insultan mutuamente, alguien siente que nada tiene sentido, un anciano se emociona recordando sus vivencias de juventud y una mujer misteriosa rompe la calma de la noche con una risa misteriosa. Todo está pasando a la vez, pero no podemos pensarlo. No podemos visualizar todo ni fantasear con todo lo posible y lo imposible. Ni siquiera los genios más preclaros han podido hurgar en todos los múltiples recovecos del alma humana. Tampoco sentirlos ni explorarlos. La vida es enorme, misteriosa, fascinante, única, increíble, ecléctica, excesiva, compleja, emocional, tan llena de cosas y en ella te puedes sentir tan vacío, tan perdido, tan lleno de dudas y miedos, sentir todo y nada en el mismo minuto...
Pero ese camino se hará más llevadero si hay una persona al lado. Da igual quien sea. Da lo mismo que sea un amante, una madre, un amigo, un novio o un desconocido. Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos, dice Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo. Esta vida es muy compleja y aunque viviéramos cien años, aunque pudiéramos viajar a todos los países, conocer todas las culturas, sentir, hacer el amor con diversos amantes, practicar todos los deportes, investigar las ciencias, retener toda la información que hay en Internet y descubrir todas las religiones existentes... no dejaríamos de seguir buscándonos a nosotros mismos. El hombre nunca se da por satisfecho, no lo hice en el pasado, no lo hace ahora (con la que está cayendo) y no lo hará jamás. Es la condición humana. Nunca está todo dicho, nunca se está de vuelta de todo (aunque haya tanta pose al respecto), nunca se tienen todas las respuestas. Ni se tendrán. Ni falta que hace...
Ni la ciencia ni la religión ni el arte tienen el discurso definitivo, la salvación, lo que pueda consolarte. Ni siquiera en los demás. Posiblemente ni en ti mismo lo encontrarás. Pero hay que seguir buscando, caminando siempre. No conformarse, no resignarse. Hay otros mundos, pero están en este. Estés pasando por un momento pletórico o por un momento desastroso, recuerda que la vida siempre se abre paso. Continuamos nuestro camino, convencidos o por pura inercia, exultantes por tener un nuevo amor o desorientados en todos los aspectos. Pero la vida continúa siempre. Los que no seguimos somos nosotros cuando nos llega la hora de cruzar la puerta que todos, tarde o temprano, tendremos que cruzar...
El arte explica mejor la vida que la ciencia, el periodismo o incluso la filosofía. El sentimiento que me aporta una canción es tan profundo, tan hondo, tan lleno de matices... que es muy difícil incluso de explicar. Necesitamos sentir, necesitamos un hombro en el que apoyarnos, una sonrisa amiga, para hacer más llevadero el camino en este valle de lágrimas, en este paraíso en la tierra, en esta suma constante de hechos, circunstancias, altos y bajos, claros y oscuros que conforman una vida, con todo lo que ello supone.
En una noche como otra cualquiera la voz de Sarah Brightman resulta balsámica. Y nos recuerda que en la fantasía ve un mundo claro, donde la noche es menos oscura. Querido lector te invito a olvidarte por un segundo de la crisis, del paro, del terror, de la violencia, de la guerra, de la injusticia, del ruido vocinglero de la campaña electoral, de ti mismo, de los demás, del caos mundano, de la vida y hasta de la muerte... solo cierra los ojos y escucha. Nella fantasía... Buenas noches y buena suerte
Parece que está todo dicho ya. Ni mucho menos. La vida se renueva cada día. Mientras estás leyendo estas líneas un nuevo ser humano acaba de venir al mundo, un chico roba su primer beso a una chica, dos adversarios políticos debaten y se insultan mutuamente, alguien siente que nada tiene sentido, un anciano se emociona recordando sus vivencias de juventud y una mujer misteriosa rompe la calma de la noche con una risa misteriosa. Todo está pasando a la vez, pero no podemos pensarlo. No podemos visualizar todo ni fantasear con todo lo posible y lo imposible. Ni siquiera los genios más preclaros han podido hurgar en todos los múltiples recovecos del alma humana. Tampoco sentirlos ni explorarlos. La vida es enorme, misteriosa, fascinante, única, increíble, ecléctica, excesiva, compleja, emocional, tan llena de cosas y en ella te puedes sentir tan vacío, tan perdido, tan lleno de dudas y miedos, sentir todo y nada en el mismo minuto...
Pero ese camino se hará más llevadero si hay una persona al lado. Da igual quien sea. Da lo mismo que sea un amante, una madre, un amigo, un novio o un desconocido. Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos, dice Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo. Esta vida es muy compleja y aunque viviéramos cien años, aunque pudiéramos viajar a todos los países, conocer todas las culturas, sentir, hacer el amor con diversos amantes, practicar todos los deportes, investigar las ciencias, retener toda la información que hay en Internet y descubrir todas las religiones existentes... no dejaríamos de seguir buscándonos a nosotros mismos. El hombre nunca se da por satisfecho, no lo hice en el pasado, no lo hace ahora (con la que está cayendo) y no lo hará jamás. Es la condición humana. Nunca está todo dicho, nunca se está de vuelta de todo (aunque haya tanta pose al respecto), nunca se tienen todas las respuestas. Ni se tendrán. Ni falta que hace...
Ni la ciencia ni la religión ni el arte tienen el discurso definitivo, la salvación, lo que pueda consolarte. Ni siquiera en los demás. Posiblemente ni en ti mismo lo encontrarás. Pero hay que seguir buscando, caminando siempre. No conformarse, no resignarse. Hay otros mundos, pero están en este. Estés pasando por un momento pletórico o por un momento desastroso, recuerda que la vida siempre se abre paso. Continuamos nuestro camino, convencidos o por pura inercia, exultantes por tener un nuevo amor o desorientados en todos los aspectos. Pero la vida continúa siempre. Los que no seguimos somos nosotros cuando nos llega la hora de cruzar la puerta que todos, tarde o temprano, tendremos que cruzar...
El arte explica mejor la vida que la ciencia, el periodismo o incluso la filosofía. El sentimiento que me aporta una canción es tan profundo, tan hondo, tan lleno de matices... que es muy difícil incluso de explicar. Necesitamos sentir, necesitamos un hombro en el que apoyarnos, una sonrisa amiga, para hacer más llevadero el camino en este valle de lágrimas, en este paraíso en la tierra, en esta suma constante de hechos, circunstancias, altos y bajos, claros y oscuros que conforman una vida, con todo lo que ello supone.
En una noche como otra cualquiera la voz de Sarah Brightman resulta balsámica. Y nos recuerda que en la fantasía ve un mundo claro, donde la noche es menos oscura. Querido lector te invito a olvidarte por un segundo de la crisis, del paro, del terror, de la violencia, de la guerra, de la injusticia, del ruido vocinglero de la campaña electoral, de ti mismo, de los demás, del caos mundano, de la vida y hasta de la muerte... solo cierra los ojos y escucha. Nella fantasía... Buenas noches y buena suerte
lunes, 9 de mayo de 2011
Cambalache, siglo XXI (reflexión con un toque pesimista)
El tango 'Cambalache' es una feroz sátira, una irónica mirada no sólo a una sociedad concreta, si no al mundo entero. Su comienzo ya es potente: 'Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé, en el 506 y en el 2000 también'. Siempre me ha gustado este tango, así como las canciones-contenedor de Sabina o las películas corales, en las que vemos fragmentos de realidad, pequeños trazos de vida de múltiples personajes, quedándonos con una impresión general de cada uno de ellos, sin llegar a entender a ninguno en profundidad.
"Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor" sigue diciendo el tango, compuesto por Enrique Santos Discépolo en el año 1934. Es significativo que esta canción viera la luz en plena época de entreguerras, cuando el mundo había vivido la Gran Guerra y los locos años 20. Pero esta canción no ha perdido en nada su actualidad, al contrario, en youtube pueden encontrarse vídeos, como el que sigue, que la ilustren con imágenes de este loco mundo en el que vivimos.
¿Loco mundo? Igual en todas las épocas el ser humano ha tenido la sensación de que su época es la peor (o dándole la vuelta la mejor) época posible. Ésta en la que vivimos es sumamente interesante, pero a la vez caótica, cansina, redundante y ecléctica. El fin de la historia, posmodernidad, la tiranía de la mediocridad, muchas voces hablando, demasiado ruido, poco sentido, yo defiendo "mi verdad", tu defiendes "tu verdad", multiculturalismo, choque de civilizaciones, la dictadura del relativismo. Tan mala es la falta de información y la censura como la sobreinformación, que nos atonta e idiotiza con su ruido presuntamente democrático en el que se acaba por no oír nada. ¿Protagonistas? Bin Laden, Sarkozy y Carla Bruni, Cristiano Ronaldo, Belén Esteban, Obama y Lady Gaga. Ahí vamos...
"Allá en el horno nos vamos a encontrar", sigue diciendo el tanguista.. y es que este mundo es un loco cambalache, caótico, fascinante, absurdo, único, pero también es el único mundo que tenemos (y es tan grande, tan grande que en una vida entera dedicada a viajar sólo podríamos conocer una mímina parte de este planeta azul y verde). "Soñarás con otro mundo, pero te vas a despertar una y otra vez en este", dice uno de los personajes de 'La mujer del anarquista'.
"Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor" sigue diciendo el tango, compuesto por Enrique Santos Discépolo en el año 1934. Es significativo que esta canción viera la luz en plena época de entreguerras, cuando el mundo había vivido la Gran Guerra y los locos años 20. Pero esta canción no ha perdido en nada su actualidad, al contrario, en youtube pueden encontrarse vídeos, como el que sigue, que la ilustren con imágenes de este loco mundo en el que vivimos.
¿Loco mundo? Igual en todas las épocas el ser humano ha tenido la sensación de que su época es la peor (o dándole la vuelta la mejor) época posible. Ésta en la que vivimos es sumamente interesante, pero a la vez caótica, cansina, redundante y ecléctica. El fin de la historia, posmodernidad, la tiranía de la mediocridad, muchas voces hablando, demasiado ruido, poco sentido, yo defiendo "mi verdad", tu defiendes "tu verdad", multiculturalismo, choque de civilizaciones, la dictadura del relativismo. Tan mala es la falta de información y la censura como la sobreinformación, que nos atonta e idiotiza con su ruido presuntamente democrático en el que se acaba por no oír nada. ¿Protagonistas? Bin Laden, Sarkozy y Carla Bruni, Cristiano Ronaldo, Belén Esteban, Obama y Lady Gaga. Ahí vamos...
"Allá en el horno nos vamos a encontrar", sigue diciendo el tanguista.. y es que este mundo es un loco cambalache, caótico, fascinante, absurdo, único, pero también es el único mundo que tenemos (y es tan grande, tan grande que en una vida entera dedicada a viajar sólo podríamos conocer una mímina parte de este planeta azul y verde). "Soñarás con otro mundo, pero te vas a despertar una y otra vez en este", dice uno de los personajes de 'La mujer del anarquista'.
Nota: el reverso optimista de esta canción sería 'No hay nadie como tú' de Calle 13 (2008)
jueves, 5 de mayo de 2011
Las lágrimas de Solón
Un pedante que vio a Solón llorar la muerte de un hijo, le dijo: "¿Para qué lloras así, si eso de nada sirve?". Y el sabio le respondió: "Por eso precisamente, porque no sirve".
Claro está que el llorar sirve de algo, aunque no sea más que de desahogo; pero bien se ve el profundo sentido de la respuesta de Solón al impertinente. Y estoy convencido de que resolveríamos muchas cosas si saliendo todos a la calle, y poniendo a luz nuestras penas, que acaso resultasen una sola pena común, nos pusiéramos en común a llorarlas y a dar gritos al cielo y a llamar a Dios. Aunque no nos oyese, que sí nos oiría. Lo más santo de un templo es que es el lugar a que se va a llorar en común. Un miserere, cantado en común por una muchedumbre, azotada del destino, vale tanto como una filosofía. No basta curar la peste, hay que saber llorarla. ¡Sí, hay que saber llorar! Y acaso ésta sea la sabiduría suprema. ¿Para qué? Preguntádselo a Solón.
Miguel de Unamuno: Del sentimiento trágico de la vida
miércoles, 4 de mayo de 2011
Lost, de nuevo
Este año he revisionado las seis temporadas de mi serie de televisión favorita: LOST (Perdidos). El 24 de mayo del año pasado ya le dediqué dos entradas (Estamos perdidos y Seguimos estando perdidos) y vuelvo a escribir sobre ella. Tras comprarme el pack con las seis temporadas, el pasado 1 de enero inicié el revisionado, que culminó el pasado sábado día 30 de abril. Durante estos cuatro meses he visto las seis temporadas de nuevo, con otra mirada, fijándome en los detalles, intentando profundizar e ir más allá, disfrutando por segunda vez de tantas horas de televisión.
LOST es quizás la punta de lanza de un nuevo estilo narrativo en la televisión estadounidense. Muchos críticos coinciden en que las series están viviendo una época de esplendor y que su calidad es superior a la media de lo que ofrecen las salas de cine. Articuladas en capítulos de unos 40 minutos de televisión, con sus respectivos fundidos a negro para dejar paso a los anuncios publicitarios, son pequeñas obras de arte, en la que todos los aspectos están sumamente cuidados: desde los narrativos hasta los técnicos, además de rodadas en formato televisivo. El panorama audiovisual se ha enriquecido muchísimo.
Si bien los temas de los que hablamos suelen ser los mismos de siempre (amor, odio, lucha, enfrentamiento, viaje del héroe, superación personal), la forma de contarlo se va haciendo más sofisticadas y en Perdidos hay una clara mezcla de géneros (aventura, acción, romance, drama psicológico). La serie está muy bien escrita y es básicamente una serie de personajes. En esta segunda revisión de la serie he disfrutado con las partes de acción y las de entretenimiento, pero me sigo quedando con que nos cuenta las historias de una serie de personas cuyas vidas van a la deriva y, de repente, sufren un accidente aéreo y a partir de ahí empiezan una vida nueva. Tienen que partir de cero, organizarse, hacerse fuertes, empatizar, establecer lazos con la gente que les rodea y, en definitiva, buscarse a sí mismas.
Es cierto que LOST no es perfecta, que deja muchos cabos sueltos, porque la serie fue adquiriendo un tono de ciencia-ficción, planteando numerosas preguntas al espectador y al final los guionistas optaron por un cierre de una gran carga simbólica y espiritual. La serie regala imágenes hermosas, de gran belleza, cuenta con personajes carismáticos e inolvidables y también nos deja lecciones de vida: merece la pena seguir adelante, hay que pelear, por mucho que sufras ese conocimiento te servirá de aprendizaje para el futuro, las cosas pasan por una razón, aunque no la sepamos...
Perdidos trata al espectador como a un ser inteligente, es una serie para el siglo XXI, con un reparto coral, personas de muy diversos países, razas y lenguas. Todos unidos en una pequeña Babel, en una isla que queda a medio camino entre el cielo y el infierno, en el purgatorio... en el lugar que saca lo mejor de nosotros mismos y donde se producen milagros. LOST es un placer para los sentidos, un estímulo intelectual, una fiesta audiovisual y una serie que marca un antes y un después. La vida continúa y hay vida después de Perdidos. Ahora tengo que pensar cuál será la próxima serie a la que me engancharé... ¿Mad men tal vez? Os mantendré informados, amigos lectores.
Me despido citando al mítico John Locke y su mantra, repetido a lo largo de las seis temporadas: "no me digas lo que no puedo hacer".
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