viernes, 17 de julio de 2009

La escritura infinita


“A veces, a fin de rebatir una sola frase es necesario contar toda una vida. Si se pudiera dar nombre a todo lo que sucede, sobrarían las historias”

(John Berger)

Siempre queda una palabra pendiente. Siempre falta algo por decirse. Escribir es uno de los mayores placeres que puede tener el ser humano. Escritura, literatura, buena, mala y regular, algo o nada que decir, textos, párrafos, frases, montañas de palabras. Escribir por amor al arte, dedicar un blog en exclusiva a la persona que amas, leer para escribir, escribir para ser otros, por dinero, sin ganas, obligado, escribir para otros que se llevan la fama, el dinero y la gloria. No escribir. Añadir más palabras a este mundo lleno de ellas. Me encanta la frase de una canción de La Cabra Mecánica: “prefiero las palabras a los hechos, no tienen nada que demostrar”.

La escritura es infinita y es siempre cambiante. La palabra impresa ya no es definitiva. Si Cervantes, Tolstói o Joyce vivieran hoy día tendrían sus blogs y continuamente los estarían actualizando. Además he descubierto en estos días que puedes modificar los textos tantas veces como sea necesario y esta herramienta me lleva a reflexionar sobre la forma en la que se escribe actualmente. La escritura no tiene principio ni fin: siempre puede cambiarse una palabra o poner una coma en otro sitio. Escribir, enorme placer. Y gratis. Llenemos la vida de palabras si no podemos llenarla de hechos. Una palabra tuya bastará para sanarme. ¿Cuántas veces puedo cambiar esta misma entrada? Internet ha revolucionado el mundo y también la palabra, que forma parte del mundo. No habría mundo sin palabras. ¿Hay palabras que viven fuera del mundo? Palabras, palabrotas, palabrejas. "Bonito palabro". Palabrería. Vidas hechas de palabras. Idiomas, lenguas, personas. Fascinación por el lenguaje. Seguiremos escribiendo… eso siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario