lunes, 27 de junio de 2011

Un cambio de sexo (musical)

¿Tienen sexo las canciones? Durante años muchos cantantes han realizado versiones con cambios de género en función de quién cantaba la canción. Comparto hoy una de las más deliciosas canciones compuestas en Brasil, la fantástica 'Garota do Ipanema', pero cambiada de sexo. Cuando la cantan las mujeres, se convierte en 'Boy from Ipanema'. Lena Horne, Julie London, Shirley Bassey, la extraordinaria Ella Fitzgerald o, más recientemente, Diana Krall le han cantado a ese sensual y bello chico de la playa de Ipanema.

Como anécdota comentaré que recientemente la cantante malagueña Diana Navarro, en su disco dedicado a la canción española, 'Camino verde', cambió de sexo a la mítica Bien pagá y en su lugar cantó el 'Bien pagao'. Seguro que hay algunos casos más, pero lo importante es que la música suene bien en las voces de hombres y mujeres. Y da igual el sexo. Recuerden que en los 80 llamaba la atención que Ana Torroja, la solista de Mecano, cantara las canciones compuestas por los hermanos Cano, desde el punto de vista de un hombre. Y sonaba curioso.

Les dejo con este chico de Ipanema! Feliz junio, que se nos va terminando!

jueves, 23 de junio de 2011

Deseos por San Juan


Nuestra sociedad sigue girando en torno a sus tradiciones, creencias y ritos. Aunque nos hayamos vuelto tan contemporáneos, con nuestros ipods, iphones y estemos en decenas de redes sociales (in crescendo), de vez en cuando gusta reencontrarse con nuestra parte más ancestral, más ritual, cuando la sociedad era diferente, mucho menos sofisticada, pero también con otros encantos (y otros problemas, claro). La noche de San Juan es una noche ideal en el año para los idealistas, para los jóvenes de pensamiento, para los indignados, claro que sí. ¿Por qué? Porque hay en San Juan algo trascendente, algo inconformista, algo provocador.

San Juan, para mí, es deseo de cambio. Es una hoguera purificadora en la que queremos quemar todo aquello que no nos gusta de nosotros ni del mundo. Si todos los ciudadanos escribieran en un papel las cosas que detestan de esta sociedad (otro sistema es posible) y las fueran depositando en las hogueras, igual no serviría de nada desde un punto de vista práctico, pero simbólicamente les ayudaría a intentar pelear más por conseguirlas en el día a día. Un mundo más justo, más sencillo, más libre, menos burocratizado. No hay por qué irse a los grandes temas ni conflictos mundiales (tantos, tan variados y tan complejos), si no que en nuestros reducidos entornos cotidianos también podemos introducir elementos para cambiarlos, para mejorarlos, para sanearlos.

Llegamos a San Juan cansados. Casi la mitad del año nos ha traído hasta aquí. En sus arenas, en su fuego, en sus olas buscamos purificarnos, cambiar, ser mejores, encontrar fuerzas para todo lo que nos quedan en esta segunda parte del 2011. Y mira que pasarán cosas. Pero en ese fuego podemos dejar atrás miedos y frustraciones, tristezas y desencantos. Viejos amores. Ideas obsoletas. Proyectos fracasados. Renovémonos por dentro, volvamos a esta mitología de San Juan (aunque no es necesaria, tampoco, cualquier día es bueno para cambiar, uno puede inventar su propia mitología).

Y tras estas breves reflexiones 'sanjuaneras' no puedo dejar de compartir al maestro, a Joan Manuel Serrat, que desde hace años pone la 'banda sonora' a mi noche de San Juan con esta preciosa canción 'Fiesta', en la que nos recuerda que, al menos por unas horas, todos somos iguales...

sábado, 18 de junio de 2011

¡Viva Gigliola!


Gigliola Cinquetti es una cantante italiana nacida en 1947, que vivió su época de mayor popularidad allá por los años 60 y 70. Es recordada sobre todo por su tema 'Non ho l´età' (No tengo edad), con el que ganó el festival de Eurovisión en el año 1964. Hoy tengo un 'día Gigliola' y su preciosa y cálida voz me llevan acompañando toda la tarde, ya que enlazo una canción con otra en youtube.

Estas breves líneas no son sólo para homenajearla por su voz, su repertorio y su encantadora puesta en escena, si no también para recordar un tipo de artistas que ya, prácticamente, ha desaparecido. Aunque su lengua era la italiana, Cinquetti no tuvo problemas en cantar en francés, castellano, inglés y hasta en alemán. Así formaba parte de un circuito europeo, realizando actuaciones en las distintas televisiones nacionales y contribuyendo a incrementar su popularidad. Hoy día creo que los mercados musicales, con todo lo que han crecido, también están más cerrados. Es raro encontrar a estas primeras figuras europeas que no tengan problemas en cantar en las principales lenguas del continente. O tenemos a gente muy local o gente muy global, pero desde el inglés.

Viva la música, viva la variedad musical y una pequeña anécdota. Un amigo me comentaba hace poco que cuando él publicaba o decía que le gustaban este tipo de canciones, había algunas personas que lo ridiculizaban. Completamente absurdo, otro día hablaré del 'talibanismo cultural' o de las personas que, desde ciertas actitudes intelectuales, establecen el canon de lo que se debe o no escuchar. ¿Saben lo que pienso? Que cada cual escuche lo que quiera, tenga más o menos calidad, tenemos que ser libres en todo y también en la música y hoy más que nunca podemos estar abiertos a un universo completamente amplio, aunque luego cada uno, está claro, tenga sus gustos. Pues a mí Gigliola me encanta y quiero dejaros con esta versión de 'Alle porte del sole' en alemán, que sería 'Auf der strasse der sonne'. Hasta Lady Gaga ha hecho un guiño al alemán en su último trabajo...

lunes, 13 de junio de 2011

El diario no hablaba de ti (ni la radio, ni Internet, ni las redes sociales...)

La gran mayoría de las informaciones que publican hoy los periódicos mañana habrán sido olvidadas. A no ser que afecten a los ciudadanos directemente, casi todas las noticias son sólo un relámpago de luz en medio de la oscuridad, unas cuantas letras juntas, el relato de un suceso extraordinario, lo que a alguien pudo interesar, las noticias que mandan los políticos... El maestro Sabina se burló con su habitual estilo de este sinsentido de información en la canción 'El diario no hablaba de ti... ni de mí'.

Tampoco las redes sociales ni la radio ni Internet. Una de las sensaciones que tenemos en la época actual es la sobredosis de información, su exceso, su inmediatez, casi su absolutismo! Cuesta mucho contar las cosas medianamente bien, para que se entiendan, además cada vez vivimos en un mundo más complejo, si a veces perdemos matices de informaciones relativas a otras comunidades autónomas distintas a las que vivimos, ¿cómo vamos a entender el Mundo Árabe o la realidad en Asia?

De todos modos lo importante siempre, antes y ahora más aún, es ir a fuentes de calidad, recurrir a información contrastada, a medios serios, que aporten visiones de la realidad más completas y complejas. El mundo es sumamente confuso y nos perdemos. Ante este galimatías, creo que algunas personas (pero serán prácticamente las mínimas) optarán por renunciar a la información y centrarse en sus respectivas tareas diarias o en sus entornos locales, pero la gran mayoría de la gente querrá seguir estando informada y cada vez más y por múltiples ventanas. Ya se habla de la infoxicación y el síndrome de fatiga informativa, en algunos casos pasa que tienes tantos datos que cuesta asimilarlos...

Es bueno estar informado, por supuesto, pero la sobreinformación es peligrosa, al bombardearnos y dejar nuestros sentidos indefensos a ese maremágnum. Por eso hace falta el criterio. Mientras tanto recordaremos una vez más, con María Jiménez, que el diario sigue sin hablar de ti... Las razones de los débiles...


lunes, 6 de junio de 2011

Midnight in Paris y la nostalgia

No hablaré de 'Midnight in Paris' como película. Ay, Woody Allen, me encantas, eres el más grande, tienes permitido hacer lo que quieras, hacerlo una vez al año, con total libertad y siempre lo que me ofrezcas me va a gustar más que casi todos los demás, pero te repites, amigo, y no has sido tan cáustico ni tan cínico como nos tienes acostumbrados... el tour europeo está genial, pero creo que ya podrías ir volviéndote a Manhattan. Dicho con todo el cariño, claro, de uno que ha visto toda su filmografía y cree que Woody es el más grande!

Pero esta entrada no es para cuestionar o no los méritos, por otra parte indudables en la parcela estética, de esta película, si no dedicar unas breves líneas a la nostalgia. El protagonista de 'Midnight in Paris' es un escritor americano de películas comerciales y convencionales, que por arte de magia aparece en los años 20, donde tiene la oportunidad de alternar con los escritores y artistas que más admira. Frente a él desfilan el matrimonio Scott Fitzgerald, con la atractiva y esquizofrénica Zelda, un extravagante Dalí que sueña con rinocerontes, Pablo Picasso, recelando de sus amantes, un indómito Hemingway que busca gresca con todos y sentencia en vez de hablar, Gertrude Stein casi como la 'mamma' intelectual, Buñuel... un fascinante fresco de una etapa que yo también tengo mitificada.

Las personas que son mitómanas, las que adoran a los artistas del pasado, siempre van a tender a pensar que sus épocas eran más adorables, más fascinantes, tenían más encanto, estaban menos contaminadas, más limpias, menos corruptas, más creativas que la actual. Pero si bien quisiéramos transportarnos por unos días u horas a esa época, e incluso algunos dirían que les gustaría quedarse a vivir en ellas, no hay que perder de vista que nos hemos acostumbrado a miles de comodidades contemporáneas que forman parte de nuestras vidas, en las que ni siquiera reparamos, pero sin las que nos resultaría menos agradable la existencia, por mucho que viviéramos en el París de la Belle Epoque, el Berlín de entreguerras, el Nueva York de los años 70 o la época de la Contrarreforma.

Sin duda es fascinante admirar a grandes talentos del pasado, escritores, artistas, cantantes, científicos... pero más allá de reconocer y resaltar sus méritos, no podemos dejar de ver que son personas extraordinarias en facetas concretas, pero no dejan de ser personas. Eso supone también tener miedos, problemas, inseguridades, no ser perfectas y posiblemente llegar a resultar decepcionantes si, como el personaje de la película, tuviéramos la ocasión de conocerlas en persona. Y no citaré el ejemplo de un admirador que fue a pedirle un autógrafo a  un conocido director de cine, escritor y actor y su respuesta fue mandarlo a la mierda.

La nostalgia. Ay, la nostalgia. Está bien soñar, evocar épocas, imaginar otros tiempos... pero al fin y al cabo tampoco se está tan mal en los nuestros. En la Belle Epoque tenían la tisis. No tenían twitter, por otra parte. La vida no es tan diferente, es la tecnología la que nos diferencia y nos sofistica, las herramientas con las que trabajabamos y los elementos que emplemos en nuestro paso por el mundo... en lo profundo el ser humano casi actúa igual todas las épocas. Aunque unas, me lo van a permitir, queridos lectores, tengan más encanto que otras...

Les dejo con una reflexión de mi amiga Loli, ayer hablábamos de este tema al salir del cine y ella argumentaba que le parece más meritorio que el talento humano florezca en las circunstancias más adversas, por ejemplo cuando un país está viviendo una guerra. Entonces aún tienen mayor valor las creaciones artísticas o literarias que en entornos más apacibles.