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miércoles, 20 de junio de 2012

¿Y después qué? - Los restos del naufragio


Cuando se apaga la luz roja, la amarilla y la verde
y no tengo claro si cruzar o no...

¿Y después qué?

Si la prima de riesgo sube tanto, tanto, tanto
que el techo de cristal se rompe
y nos rescatan y todo sigue igual
y nos vuelven a rescatar hasta
que el barco del sistema naufrague...

¿Y después qué?

Cuando haya recorrido todos los cuerpos deseables,
cuando mi boca haya besado todas las bocas,
de todos los colores, de todos los sexos, de todo lo posible,
cuando todos los orificios estén cubiertos

¿Y después qué?

Una vez que el calendario haya pasado,
las agendas se queden sin páginas
y no lleve el recuento de mis fracasos,
la colección de miedos,
el museo de las inseguridades
ni siga tomando nota del
inventario absurdo de mi propio vacío...

¿Y después qué?

Ahora que tengo todo lo que deseo,
que mi cuenta corriente brilla y
mi banco no necesita ser capitalizado.
Ahora que nuestros armarios rebosan
y no queda ninguna necesidad material
por ser cubierta.

¿Y después qué?

Cuando no tienes una tabla a la que agarrarte,
cuando te falta un ser querido,
cuando la esperanza queda siempre al otro lado,
cuando nadie te diga 'te quiero',
pero aún sientas que estás vivo,
que no has dado tu último aliento
y que queda una palabra pendiente.

¿Y después qué?

Tras los restos del naufragio,
cuando la resaca evoca lo que un día fuimos,
ahora que ya no nos amamos,
que no creemos en nada,
y que todas las instituciones están manchadas,
pero aún sospechando que la historia de la humanidad
y la propia nuestra aún no han acabado...

Es entonces cuando me vuelvo y me pregunto...

¿Y después qué?

"Nos queda Benares, Marrakech, Cádiz, Buenos Aires y Santo Domingo, si nos dejan volver", que cantaría Bunbury

lunes, 18 de junio de 2012

La vida sigue igual


La forma de expresión es lo que va cambiando de unas épocas a otras, de unos países a otros, de culturas diferentes, subgrupos urbanos... Pero en lo esencial la vida es muy parecida en todos los tiempos. La tecnología nos deslumbra, las nuevas tecnologías son el juguete de estos tiempos, pero a veces parece que perdemos de vista que la condición humana es la misma, solo que se va renovando y sofisticando cada vez más... hasta grados que a veces resultan ridículos.

Esta canción ha envejecido muy bien y con su forma de expresión sencilla permite reflexionar sobre los valores que conforman la vida. Siempre hay por qué vivir, por qué luchar, siempre hay por quién sufrir y a quién amar... Pueden cambiar los tiempos, los gobiernos, las filosofías, los libros, los países pueden cambiar, anexionarse nuevos territorios o desaparecer... los ídolos de ayer serán sustituidos por los nuevos dioses del mañana, las crisis, las ilusiones, los proyectos y las curvas de todo tipo (de arriba a abajo y vuelta a subir en lo político, lo económico y  hasta lo amoroso) se sucederán... pero en el fondo la condición humana es casi siempre la misma.

Todos buscamos algo que nos aporte sentido, sentirnos queridos. Nuestras obras quedan y nosotros acabamos pasando en el mundo. El ser humano siempre tendrá la necesidad de expresarse, de hacerse preguntas, de conocerse a sí mismo y a los demás... y nunca se dará por satisfecho, porque en eso consiste estar vivo. Y ahora que cante Julio Iglesias y nos recuerde que, por muy sofisticados que nos pongamos y haya tantos millones de datos nuevos y vivamos 'infoxicados', en lo esencial, en lo básico, en lo importante... la vida sigue igual.

martes, 24 de enero de 2012

Estrella brillante

¡Viva Sevilla! ¡Viva el flamenco! ¡Viva Carmen Amaya!, así se despidió el pasado sábado, día 21 de enero, del Teatro de la Maestranza la artista granadina Estrella Morente. Era la primera vez que iba a verla, una artista a la que estaba deseando ver y escuchar y no me defraudó en absoluto, me cautivó y fascinó con una entrega absoluta sobre el escenario del Teatro de la Maestranza.

La sombra de su padre, Enrique Morente, la acompañó en el escenario, con un guiño en su chaqueta a los ojos 'picassianos' que llevó en más de una ocasión su padre, así como en algunos cantes, también del repertorio del maestro de Granada, un mito del flamenco. Estrella es su principal herencia artística y con 31 años canta fantásticamente. Ya es enorme y aún le queda muchísimo por cantar, aprender y vivir. Estrella Morente es clásica y contemporánea, siento un gran respeto por los cantes clásicos y a su vez no tiene miedo a innovar y a unir su talento al de artistas de otras épocas, nacionalidades y géneros.

En la Maestranza brilló especialmente en los cantes más alegres, como las bulerías y las cañas-jaleos. También hubo un momento para la intimidad de la soleá y cantó por un palo difícil como son las seguiriyas. Dedicó unas sevillanas, "como estamos en Sevilla", a Lola Flores, combinando letras de algunas de sus canciones. Además de su voz Estrella es un espectáculo, con una puesta en escena poderosa, elegante, cuidando los detalles. El fin de fiesta final fue el momento más especial y emotivo, cuando salió vestida como Carmen Amaya, con ropas humildes y el pelo recogido, arropada por sus músicos, entre ellos un veterano guitarrista, José Carbonell 'Montoyita', tocando los nudillos en una mesa al borde del escenario.

Y en uno de esos momentos mágicos que pasan de vez en cuando en los teatros, de entrega total y absoluta, de agradecimiento artístico, de 'arrancarse', de pura genialidad, Estrella Morente bajó del escenario y subió las escaleras, entre el patio de butacas, cantando a cappella para el público un fandango. Puro lamento y quejío, desgarro que sale de dentro. Acabó el concierto con una gran ovación del público, al que se fue ganando conforme avanzaba el concierto, ya que al principio estuvo más frío. Pero el final fue apoteósico. Solo por esos momentos ya mereció la pena ver a esta artista. Estrella brillante, espero seguir disfrutando de su arte y tener la oportunidad de verla de nuevo próximamente.

miércoles, 4 de enero de 2012

El vals y la protesta


Este lunes, día 2 de octubre, asistí en el Palacio de Congresos de La Línea de la Concepción al Concierto de Año Nuevo. La Strauss Festival Orchestra interpretó, en un concierto dividido en dos partes, una selección de los valses y polcas más conocidos de la familia Strauss. Además en algunas piezas intervino una soprano y en otras hubo números de elegante ballet clásico a cargo de cinco bailarines y otras tantas bailarinas. La música de los Strauss evoca una Viena hermosa, elegante, sofisticada y es paradigma de música culta a la vez que popular, festiva, alegre, llena de sensaciones positivas para empezar el nuevo año.

Mientras la orquesta desgranaba las evocadoras melodías de los Strauss, a apenas unos metros, en el atrio del Palacio de Congresos permanecía un grupo de policías locales, que desde hace unos veinte días mantiene un encierro reivindicativo, para reclamar a la alcaldesa el pago de las nóminas atrasadas, que ya son varias. Los policías continúan con este encierro, afirman que ya no pueden más y tanto la Nochebuena como la Nochevieja, unas fiestas tan señaladas, las pasaron encerrados en el Ayuntamiento. Algunas personas acuden a llevarles comida y pañales, ya que algunos tienen dificultades en sus casas para mantener a sus hijos. Sus carteles recuerdan la gravedad de su situación.

En unos metros puede tener cabida todo el universo: lo sublimo y lo humano, lo excelso y lo reivindicativo, lo que nos lleva a los nubes y los que nos trae de vuelta a la tierra. Todo está pasando ahora mismo, pero nuestra capacidad de conocimiento nos hace imposible ver todas las caras de la realidad. Por eso es tan importante la multiplicidad de medios informativos para dar cuenta de que la protesta, la queja, el dolor, el sufrimiento y los problemas están al lado de la cultura, la belleza, la música, el arte y la creatividad. Estar informados para saber lo mal que lo están pasando muchos, pero sin perder de vista que el mundo, sus eventos y sus tradiciones, siguen girando.

domingo, 18 de diciembre de 2011

Adiós miss perfumado


Cesaria Évora nos ha dejado. Aunque sea  un tópico mil veces repetido, cuando un artista abandona este mundo, a todos los que nos quedamos nos deja un legado enorme. Más allá de los recuerdos y la relación personal con aquellos a quien pudo conocer (un aspecto que compartimos todos), el artista trasciende, ya que deja su obra, sus vídeos, su música, en definitiva su legado, que sigue siendo un lugar de encuentro, de búsqueda y de inspiración para artistas contemporáneos y muchos que vengan posteriormente.

Descubrí hace unos años a Cesaria Évora y me cautivó desde el principio su hermosa voz grave, su sensibilidad, su capacidad expresiva en unas canciones profundas, íntimas, alegres, tradicional de su país, Cabo Verde, pero con una profundidad que le hacía llegar a muchas partes del mundo. El arte que es hermoso, bello, emotivo, que tiene cosas que aportar y que decir vence las diferencias idiomáticas y culturales para llegar a las personas que tienen sensibilidad. He escuchado sus canciones y como anécdota personal diré que cuando este año celebré mi 31 cumpleaños, en un momento tan mágico y especial como una cena en Il Buco en Nueva York, esa noche la banda sonora que nos acompañó a mi amigo y a mí fue una selección de música de varios países, no anglosajones. Una de las voces que sonó aquella noche fue la de Cesaria Évora.

70 años no es una edad demasiado tardía para irse de aquí. Pero también son siete décadas de experiencia, de camino, de vitalidad, de aprendizaje. Cesaria Évora es un gran ejemplo de que la música es internacional y universal, era conocida como la diva de los pies descalzos, por esa costumbre al salir al escenario, y en los últimos años de su vida recibió reconocimientos y múltiples premios del 'establishment', entre ellos el Premio Grammy. Hay en ella ese halo de autenticidad que escapa a las multinacionales y a las tiranías de las discográficas, las discográficas o las tendencias efímeras. Estoy convencido de que cuando muchos de los cantantes que ahora copan las listas de éxito hayan pasado, seguirá sonando una voz que, en lengua portuguesa, con un tono entre el susurro maternal, el eterno lamento femenino y esa 'saudade' que la hace única, nos seguirá contando historias la gran Cesaria Évora. Adiós, miss perfumado


miércoles, 30 de noviembre de 2011

Potente Malú


Potente y cañera Malú. Así la vi en el concierto que ofreció el pasado sábado en el Palacio de Congresos de La Línea, en el que por cierto se vendieron todas las localidades. Por primera vez escuché a esta cantante madrileña, muy vinculada al Campo de Gibraltar, ya que es hija de Pepe de Lucía y sobrina de Paco, ambos algecireños. Aunque no conozco con detalle su discografía, iba dispuesto a disfrutar de un concierto pop con una buena voz, pero me encontré con una Malú potente y cañera.

De su gira 'Guerra fría' lo primero que llama la atención es que casi todas las canciones tienen arreglos más rockeros y cañeros. Acompañada por veteranos músicos, algunos de los cuales llevan con ella desde sus inicios, hace ya casi quince años, no faltan ni solos de guitarra eléctrica ni canciones para bailar. Una cosa que siempre he pensado de Malú es que le faltaba por encontrar un estilo en el panorama nacional, pero poco a poco se ha ido consolidando, entre el pop, un tono desgarrado que la acerca emocionalmente a la copla e incluso al flamenco, y arreglos rockeros en la línea de otros artistas europeos y estadounidenses.

Malú desgranó temas de su último disco y  también embrujó al público con una versión acústica, acompañada al piano, de 'Aprendiz', su primer éxito. Desenvuelta y entregada en el escenario, también se atrevió con algunos pasos coreográficos y hasta hizo gestos al más puro estilo de estrella rock. Personalmente una de las canciones que más me gustó fue 'Blanco y negro', que comparto con vosotros. Disfruté del concierto de una joven artista que aún tiene que seguir madurando y aportar mucho al panorama musical español.


martes, 15 de noviembre de 2011

La extrañeza de la vida

¿Qué hace un casto en un motel, qué hace un genio en un cuartel?


Más triste que un torero del otro lado del telón de acero...


Estas dos canciones de Joaquín Sabina y de Ricardo Arjona son canciones de amor, cantadas desde el sinsentido que experimenta el amante cuando no está junto a la persona amada. Pero a raíz de este sentimiento amoroso ambos hilvanan numerosas metáforas, comparaciones y preguntas que nos llevan a darnos cuenta de la extrañeza de la vida. Aunque ahora esté de moda una cierta actitud vital de pasotismo, de desencanto, de descrédito, de apatía emocional, en resumen, de estar de vuelta de todo... la vida no deja de resulta extraña. Siempre. No lo hemos visto todo, ni mucho menos.

Inútil como el semen de los ahorcados, como el libro del porvenir... canta el Flaco de Úbeda. ¿Qué hace un hippy en la oficina, una orca en la piscina, una monja en Carnaval?, se pregunta el cantautor guatemalteca. Aunque estemos preparados para muchas cosas, aunque hayamos vivido, aprendido, aunque tengamos amplitud de miras y hayamos pasado por las experiencias más diversas... la vida siempre resulta extraña. Siempre está por hacerse. Cuando nosotros tiramos por un camino, ella nos lleva por otro... por eso es tan imprevisible, por eso es tan compleja, por eso es tan fascinante y por eso no sirve tener todos los datos para entenderla... ni siquiera el arte y la cultura llegan a aprehenderla... solo queda vivirla. Extraño y loco mundo...

martes, 8 de noviembre de 2011

Más de cien mentiras


Señoras y señores, el maestro Sabina no se puede 'disneyficar' ni 'broadwayizar', pero se hará lo que se pueda...

El domingo 30 de octubre fui con mi amigo José Luis al Teatro Rialto de Madrid para ver el musical 'Más de cien mentiras', producido por Drive Entertainment. El género del musical ha experimentado desde finales de los 90 una eclosión en España, fundamentalmente en Madrid y Barcelona, y se pueden distinguir dos propuestas escénicas: las importadas y las foráneas. En las primeras el éxito está garantizado, siguiendo la estela de Broadway, mientras que las segundas tienen un componente mayor de riesgo.

Dentro de las segundas Drive apuesta por continuar con el éxito de su primer musical, que fue un gran éxito, 'Hoy no me puedo levantar', muy bien construido con una historia interesante salpicada por las grandes canciones de Mecano, que forman parte de nuestra banda sonora emocional. Ahora se intenta el ejemplo con 'Más de cien mentiras. El musical de Sabina' y, por lo menos yo, me quedo un poco a medio gas. En el espectáculo hay profesionalidad, buenas voces, bailarines de primera fila, la escenografía está currada, incluso las adaptaciones tienen su encanto (con grandes momentos como 'Yo quiero ser una chica Almodóvar', con mucha pluma o esa exitosa rumbita con la que empieza el segundo acto, '19 días y 500 noches'), pero hay algo que no termina de funcionar...

La historia intenta captar el universo de Sabina: chicos recién salidos de la cárcel, prostitutas, gente de mal/buen vivir, hombres de traje gris y ese tono callejero y canalla... pero es difícil trasladarlo a un musical. Hay partes en las que funciona, otras en las que parece que estás viendo una comedia televisiva dirigida a un público adolescente y otras en las que levanta el vuelo... si bien no es un espectáculo redondo tampoco me defraudó, pasé un rato entretenido. La selección de canciones es bastante acertadas, aunque Sabina es mucho Sabina y cuesta encerrar su espíritu en un espectáculo de estas características, aunque como nota positiva celebro que estemos asistiendo a lo que puede ser el nacimiento de un subgénero: 'el musical español'.

Eso sí, no sé cómo en la selección musical se les pasó incluir 'Pacto entre caballeros'... ¿quizás para próximas giras?


miércoles, 19 de octubre de 2011

Brava Netrebko


El 30 de septiembre de 2011 cumplí un sueño. Un sueño lírico. Me apasiona la ópera y tuve la suerte de estar en uno de los templos del arte lírico: el Metropolitan Ópera House, en el complejo neoyorkino de Lincoln Center. Además vi la ópera 'Anna Bolena', del compositor italiano Gaetano Donizetti. Apenas recordado por 'L´elisir d´amore' y alguna ópera más hasta la mitad del siglo XX, a partir de los años 50 se vivió una revalorización de su obra. Esta ópera en concreto forma parte de una trilogía dedicada a los Tudor, también integrada por María Stuarda y Roberto Deveroux.

El papel principal es todo un reto para cualquier soprano, ya que requiere amplias dotes vocales, facultades escénicas, energía y dramatismo. Anna Netrebko da la talla. La soprano rusa, que apenas se prodiga en España (creo que cantó en el Teatro Real en 2002, cuando aún no había saltado al estrellato), es una habitual del Met, donde este año cantará dos óperas. Tenía muchas ganas de verla y no me defraudó. Tiene energía, una voz amplia, sensual y fresca, además de grandes dotes interpretativas y una evidente belleza física. Un placer para los sentidos.

Anna Netrebko y el Metropolitan viven su particular historia de amor. Este año ha editado un cd para celebrar sus diez años de representaciones en directo en este gran teatro. Ojalá tengamos la suerte, los que amamos la ópera, de que cante en España... el Liceo y el Real también podrían disfrutar con sus dotes. De momento comparto en esta entrada el aria 'Coppia iniqua', final de esta dramática y potente ópera de Donizetti. Por cierto el personaje de Anna Bolena tiene una entrada aparte... quizás para más adelante...


El sueño imposible

El ser humano lleva toda la vida expresándose. Y esas mismas palabras que ahora yo uso las emplearon otros hace muchísimos años. Y, después de mí, muchos otros serán las que las sigan empleando. Durante siglos. Así es y así tendrá que ser. Esas mismas palabras, los sentimientos, el modo en el que lo expresamos e intentamos ver el mundo irán cambiando, pero en nuestro interior hay algo que permanece. No creo que esta época sea mejor o peor que otras. Simplemente es diferente, es muy compleja y hay tanto ruido que muchas veces cuesta escuchar nada.

Los medios de comunicación, las redes sociales, el cuestionamiento de los valores imperantes, la 'crisis', palabra que ha venido para quedarse, el desencanto, las tribus urbanas, la política, el cine, la moda, la economía, el arte... todo eso es enorme, constante, absoluto y casi globalizador. Pero tampoco vale. El ser humano nunca se sacia. Nunca le vale todo. Siempre quiere ir un paso más allá. La idea más radical sería: 'me suicido porque nada tiene sentido'. Pero es más valiente seguir adelante, plantarle cara al mundo, ser un quijote, seguir caminando, aún siendo consciente de que las cosas que nos contaban cuando éramos niños, en gran medida, son sueños imposibles, esos cuentos adorables, esos relatos morales en los que los buenos siempre triunfaban... no siempre son reales. Luego aparece la realidad con toda su crudeza...

Pero en esta madrugada del 19 de octubre, en un mundo tan cambiante, tan complejo y caótico en el que tantas veces me siento perdido (por mucho que intentemos aferrarnos a los 'mapas mentales' para darles sentido) reivindico, mediante la música, la utopía. La bendita locura. El sinsentido. Las ganas de seguir adelante. Luchar por un noble ideal, sufrir el dolor insufrible... de todo eso y mucho más es capaz el ser humano. Quizás no uno en concreto, pero sí muchos... la vida continuará siempre. Los que no continuaremos seremos nosotros. Pero, para eso, aún falta un poco...


lunes, 27 de junio de 2011

Un cambio de sexo (musical)

¿Tienen sexo las canciones? Durante años muchos cantantes han realizado versiones con cambios de género en función de quién cantaba la canción. Comparto hoy una de las más deliciosas canciones compuestas en Brasil, la fantástica 'Garota do Ipanema', pero cambiada de sexo. Cuando la cantan las mujeres, se convierte en 'Boy from Ipanema'. Lena Horne, Julie London, Shirley Bassey, la extraordinaria Ella Fitzgerald o, más recientemente, Diana Krall le han cantado a ese sensual y bello chico de la playa de Ipanema.

Como anécdota comentaré que recientemente la cantante malagueña Diana Navarro, en su disco dedicado a la canción española, 'Camino verde', cambió de sexo a la mítica Bien pagá y en su lugar cantó el 'Bien pagao'. Seguro que hay algunos casos más, pero lo importante es que la música suene bien en las voces de hombres y mujeres. Y da igual el sexo. Recuerden que en los 80 llamaba la atención que Ana Torroja, la solista de Mecano, cantara las canciones compuestas por los hermanos Cano, desde el punto de vista de un hombre. Y sonaba curioso.

Les dejo con este chico de Ipanema! Feliz junio, que se nos va terminando!

sábado, 18 de junio de 2011

¡Viva Gigliola!


Gigliola Cinquetti es una cantante italiana nacida en 1947, que vivió su época de mayor popularidad allá por los años 60 y 70. Es recordada sobre todo por su tema 'Non ho l´età' (No tengo edad), con el que ganó el festival de Eurovisión en el año 1964. Hoy tengo un 'día Gigliola' y su preciosa y cálida voz me llevan acompañando toda la tarde, ya que enlazo una canción con otra en youtube.

Estas breves líneas no son sólo para homenajearla por su voz, su repertorio y su encantadora puesta en escena, si no también para recordar un tipo de artistas que ya, prácticamente, ha desaparecido. Aunque su lengua era la italiana, Cinquetti no tuvo problemas en cantar en francés, castellano, inglés y hasta en alemán. Así formaba parte de un circuito europeo, realizando actuaciones en las distintas televisiones nacionales y contribuyendo a incrementar su popularidad. Hoy día creo que los mercados musicales, con todo lo que han crecido, también están más cerrados. Es raro encontrar a estas primeras figuras europeas que no tengan problemas en cantar en las principales lenguas del continente. O tenemos a gente muy local o gente muy global, pero desde el inglés.

Viva la música, viva la variedad musical y una pequeña anécdota. Un amigo me comentaba hace poco que cuando él publicaba o decía que le gustaban este tipo de canciones, había algunas personas que lo ridiculizaban. Completamente absurdo, otro día hablaré del 'talibanismo cultural' o de las personas que, desde ciertas actitudes intelectuales, establecen el canon de lo que se debe o no escuchar. ¿Saben lo que pienso? Que cada cual escuche lo que quiera, tenga más o menos calidad, tenemos que ser libres en todo y también en la música y hoy más que nunca podemos estar abiertos a un universo completamente amplio, aunque luego cada uno, está claro, tenga sus gustos. Pues a mí Gigliola me encanta y quiero dejaros con esta versión de 'Alle porte del sole' en alemán, que sería 'Auf der strasse der sonne'. Hasta Lady Gaga ha hecho un guiño al alemán en su último trabajo...

martes, 17 de mayo de 2011

Versiones eurovisivas excesivas

Eurovisión hay que verlo con las gafas del petardeo y la frivolidad. No es para tomárselo muy en serio. Si hace décadas era un festival al que cada país mandaba a sus mejores intérpretes de canción ligera, en los últimos años se ha convertido en un puro espectáculo, donde apenas hay cabida para la calidad artística (con alguna honrosa excepción). Aunque desde el punto de vista petardo funciona perfectamente, hay que divertirse entre amigos y comentar los estilismos imposibles, los estribillos petardos y las puestas en escena impactantes. Con Eurovisión hay que dejar de lado los criterios artísticos, musicales y ni siquiera irritarse por el mal resultado de España año tras año (algunos cuestionan que se gaste dinero en eso, por lo que proponen que el país deje de presentarse, directamente) y disfrutarlo como lo que es: un espectáculo perfectamente reivindicable desde el kitsch y el exceso!
En los últimos años se han hecho versiones diferentes y excesivas de algunos temas eurovisivos. Por ejemplo la siempre excesiva Terremoto de Alcorcón versionó el tema con el que France Gall ganó el festival en 1965, representando a Luxemburgo, 'Poupée de cire, poupée de son". Como suele hacer la Terremoto, cambia la letra de la canción con su estilo humorístico para convertirla en una muñeca de Alcorcón.

El indie-pop, con su habitual eclecticismo y búsqueda constante de referencias, también ha sentido cierto interés por Eurovisión. Aquí una versión 'electrónica' del grupo pop barcelonés Hidrogenesse versionando la rumba con la que Remedios Amaya representó a España en el festival en 1983. Míticos resultan ya sus pies descalzos y su 'cero points'.


En 1961 España acudió por primera vez al festival, creado en 1956. con Conchita Bautista interpretando esta canción popular y bailable 'Estando contigo'. Cincuenta años tiene y sigue sonando en verbenas populares. En esta ocasión la interpreta una de las grandes voces del pop en español (a mí me encanta, pero reconozco que tiene un punto petardo): Marta Sánchez

Diez años después acudió Karina, ganadora del concurso 'Pasaporte a Dublín'. Una eurofan declarada como Alaska, que igual participa en el Festival de Benicassim que sale en programas de corazón, permitiéndose estar en todas las salsas y manteniendo gran apoyo popular, hizo otra versión 'electrónica', en una gala especial de Televisión Española, dedicándosela a la propia Karina.


Finalmente termino esta entrada dedicada a versiones diferentes de canciones de Eurovisión con un popurrí interpretado por los concursantes de la primera edición de Operación Triunfo. No faltan el mítico La, la, la de Massiel, mi canción favorita de Eurovisión, Waterloo, de ABBA, 'Bailar pegados', de Sergio Dalma, o el 'Canta y sé feliz', de Peret. Y Rosa López, que representó a España con 'Europe´s living a celebration', canta mi canción favorita del festival en castellano: 'Eres tú'.



Nostálgico, mítico, petardo, friki y frívolo, el festival ya está lleno de artistas clásicos y sirve de plataforma a países europeos de reciente creación. Con una curiosa mezcla de política y música, es un puro espectáculo y los datos de audiencia siguen siendo espectaculares. Reivindico Eurovisión desde el petardeo y lo frívolo, que también le dan su encanto a esta espesa y seria vida. ¡Viva Eurovisión!

miércoles, 11 de mayo de 2011

Nella fantasia (reflexión con un toque optimista)

Nadie pasa por este mundo como si nada. La vida es un proceso enormemente complejo. Decía Paul Auster que la vida es el tiempo que transcurre entre nacer y morir y lo que pasa en medio no tiene demasiado sentido. Y mira que pasan cosan. También dice que una vida sólo es reducible y comprensible en sí misma. Constantemente estamos en contacto con palabras como muerte, vida, nacimiento, dolor, pena, sentimiento. Pero son solo eso: palabras escritas en un blog. Ahora, cuando son hechos, cuando son vivencias, cuando son sentimientos, son tantas cosas que no pueden expresarse.

Parece que está todo dicho ya. Ni mucho menos. La vida se renueva cada día. Mientras estás leyendo estas líneas un nuevo ser humano acaba de venir al mundo, un chico roba su primer beso a una chica, dos adversarios políticos debaten y se insultan mutuamente, alguien siente que nada tiene sentido, un anciano se emociona recordando sus vivencias de juventud y una mujer misteriosa rompe la calma de la noche con una risa misteriosa. Todo está pasando a la vez, pero no podemos pensarlo. No podemos visualizar todo ni fantasear con todo lo posible y lo imposible. Ni siquiera los genios más preclaros han podido hurgar en todos los múltiples recovecos del alma humana. Tampoco sentirlos ni explorarlos. La vida es enorme, misteriosa, fascinante, única, increíble, ecléctica, excesiva, compleja, emocional, tan llena de cosas y en ella te puedes sentir tan vacío, tan perdido, tan lleno de dudas y miedos, sentir todo y nada en el mismo minuto...

Pero ese camino se hará más llevadero si hay una persona al lado. Da igual quien sea. Da lo mismo que sea un amante, una madre, un amigo, un novio o un desconocido. Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos, dice Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo. Esta vida es muy compleja y aunque viviéramos cien años, aunque pudiéramos viajar a todos los países, conocer todas las culturas, sentir, hacer el amor con diversos amantes, practicar todos los deportes, investigar las ciencias, retener toda la información que hay en Internet y descubrir todas las religiones existentes... no dejaríamos de seguir buscándonos a nosotros mismos. El hombre nunca se da por satisfecho, no lo hice en el pasado, no lo hace ahora (con la que está cayendo) y no lo hará jamás. Es la condición humana. Nunca está todo dicho, nunca se está de vuelta de todo (aunque haya tanta pose al respecto), nunca se tienen todas las respuestas. Ni se tendrán. Ni falta que hace...

Ni la ciencia ni la religión ni el arte tienen el discurso definitivo, la salvación, lo que pueda consolarte. Ni siquiera en los demás. Posiblemente ni en ti mismo lo encontrarás. Pero hay que seguir buscando, caminando siempre. No conformarse, no resignarse. Hay otros mundos, pero están en este. Estés pasando por un momento pletórico o por un momento desastroso, recuerda que la vida siempre se abre paso. Continuamos nuestro camino, convencidos o por pura inercia, exultantes por tener un nuevo amor o desorientados en todos los aspectos. Pero la vida continúa siempre. Los que no seguimos somos nosotros cuando nos llega la hora de cruzar la puerta que todos, tarde o temprano, tendremos que cruzar...

El arte explica mejor la vida que la ciencia, el periodismo o incluso la filosofía. El sentimiento que me aporta una canción es tan profundo, tan hondo, tan lleno de matices... que es muy difícil incluso de explicar. Necesitamos sentir, necesitamos un hombro en el que apoyarnos, una sonrisa amiga, para hacer más llevadero el camino en este valle de lágrimas, en este paraíso en la tierra, en esta suma constante de hechos, circunstancias, altos y bajos, claros y oscuros que conforman una vida, con todo lo que ello supone.

En una noche como otra cualquiera la voz de Sarah Brightman resulta balsámica. Y nos recuerda que en la fantasía ve un mundo claro, donde la noche es menos oscura. Querido lector te invito a olvidarte por un segundo de la crisis, del paro, del terror, de la violencia, de la guerra, de la injusticia, del ruido vocinglero de la campaña electoral, de ti mismo, de los demás, del caos mundano, de la vida y hasta de la muerte... solo cierra los ojos y escucha. Nella fantasía... Buenas noches y buena suerte


lunes, 9 de mayo de 2011

Cambalache, siglo XXI (reflexión con un toque pesimista)

El tango 'Cambalache' es una feroz sátira, una irónica mirada no sólo a una sociedad concreta, si no al mundo entero. Su comienzo ya es potente: 'Que el mundo fue y será una porquería ya lo sé, en el 506 y en el 2000 también'. Siempre me ha gustado este tango, así como las canciones-contenedor de Sabina o las películas corales, en las que vemos fragmentos de realidad, pequeños trazos de vida de múltiples personajes, quedándonos con una impresión general de cada uno de ellos, sin llegar a entender a ninguno en profundidad.

"Todo es igual, nada es mejor, lo mismo un burro que un gran profesor" sigue diciendo el tango, compuesto por Enrique Santos Discépolo en el año 1934. Es significativo que esta canción viera la luz en plena época de entreguerras, cuando el mundo había vivido la Gran Guerra y los locos años 20. Pero esta canción no ha perdido en nada su actualidad, al contrario, en youtube pueden encontrarse vídeos, como el que sigue, que la ilustren con imágenes de este loco mundo en el que vivimos.

¿Loco mundo? Igual en todas las épocas el ser humano ha tenido la sensación de que su época es la peor (o dándole la vuelta la mejor) época posible. Ésta en la que vivimos es sumamente interesante, pero a la vez caótica, cansina, redundante y ecléctica. El fin de la historia, posmodernidad, la tiranía de la mediocridad, muchas voces hablando, demasiado ruido, poco sentido, yo defiendo "mi verdad", tu defiendes "tu verdad", multiculturalismo, choque de civilizaciones, la dictadura del relativismo. Tan mala es la falta de información y la censura como la sobreinformación, que nos atonta e idiotiza con su ruido presuntamente democrático en el que se acaba por no oír nada. ¿Protagonistas? Bin Laden, Sarkozy y Carla Bruni, Cristiano Ronaldo, Belén Esteban, Obama y Lady Gaga. Ahí vamos...

"Allá en el horno nos vamos a encontrar", sigue diciendo el tanguista.. y es que este mundo es un loco cambalache, caótico, fascinante, absurdo, único, pero también es el único mundo que tenemos (y es tan grande, tan grande que en una vida entera dedicada a viajar sólo podríamos conocer una mímina parte de este planeta azul y verde). "Soñarás con otro mundo, pero te vas a despertar una y otra vez en este", dice uno de los personajes de 'La mujer del anarquista'.



Nota: el reverso optimista de esta canción sería 'No hay nadie como tú' de Calle 13 (2008)

jueves, 28 de abril de 2011

No te lo puedo decir


A pesar de que todo va de mal en peor, algo se está moviendo en el mundo... pero no te lo puedo decir

Me fascina la letra de esta canción, la descubrí recientemente en la voz de Susana Zabaleta. Comparto la versión de Liliana Felipe, espero que os resulte estimulante escucharla, como me lo pareció a mí.

¿A qué se refiere esta canción? No lo sé, su autor no me lo puede decir. Pero al menos sí me hace pensar. Me sigue reafirmando en la idea de que el ser humano es extraordinario, nunca se agota, se sigue haciendo preguntas, no se conforma y sigue buscando formas para quejarse, para hacerse preguntas, ya sea mediante el arte, mediante la música, hasta mediante el absurdo...

Una cosa está clara: no son los choros del Banco de Galicia

viernes, 15 de abril de 2011

Barco a Venus


Atención. Un barco está a punto de salir a Venus. Las plazas son limitadas y se ha abierto un proceso de selección. En este barco no puede entrar cualquiera, aquellos que ocupan un puesto deben cumplir una serie de características y de requisitos. No buscamos a los más inteligentes ni a los más capaces en sus respectivos saberes, más bien al contrario. Este barco está dirigido a los soñadores, a los idealistas, a los utópicos, a los que no comulgan con los valores imperantes, a los que ven más allá, a los que creen que la telebasura es daniña, a los que consideran que la media de los políticos es muy inferior al nivel de los votantes, a los que creen que este sistema ha petado, ha llegado a su fin y que la gran mayoría de la gente es incapaz de ver que este barco no va a ningún sitio.

Suban al barco a Venus los que no se conforman, los que quieren bajarse de este mundo, los incomprendidos, los criticados, los ninguneados, los fantasiosos. Los que dan más valor a las palabras que a los hechos. Los que tienen tanto que dar que no encuentran vías para canalizarlo. Los que no se cansan de perseguir un sueño, los que se niegan a estar tristes porque es lo fácil, los que no se resignan. Aquellos a los que una respuesta les genera preguntas y no creen en las verdades absolutas. Los artistas de la filosofía, los filósofos de la palabra, los que no leen ningún blog, aquellos que creen que las redes sociales son una pérdida de tiempo. Los que no convencerán a la masa, ni siquiera lo intentarán. Los que no se conforman, los que aspiran al cielo, los que no encuentran alegría en esta tierra y necesitan buscarla más allá de las estrellas. Los que no nos venden nada. Ni lo pretenden.

El viaje es largo y el trayecto peligroso. Incluso ni siquiera se puede garantizar la seguridad de los tripulantes. Pero si algún día se llega, si el barco recala en Venus, todos los sinsabores de este extraño viaje habrán merecido la pena. Recuerden: plazas limitadas. Apúntense ya quienes quieran flotar porque sienten que en este mundo lo único que hacen es hundirse.

viernes, 1 de abril de 2011

¿Para qué ha servido marzo? - Que entren los payasos

¿Para qué ha servido marzo? ¿Qué importancia tiene un mes concreto en nuestras vidas? ¿Hemos aprendido algo?


Por diversas circunstancias este mes de marzo ha sido intenso. Realmente del día 1 a hoy, día 31, que llega a su fin, sigo siendo el mismo y no ha habido ningún cambio sustancial en mi vida, pero vas incorporando las vivencias del día a día, las circunstancias, todo eso nos va configurando, nos lleva a ser quienes somos. Todos somos una extraña y compleja mezcla, el resultado de millones de estímulos, de las conversaciones que mantenemos, de los libros que leemos, de las películas que hemos visto, de las canciones que escuchamos. Sacos de emociones, polvo con voluntad de poder, brillantes y miserables, luces y sombras. Inmensamente complejos y, en lo más hondo, en lo más profundo, en lo que somos, prácticamente nos parecemos mucho, porque andamos buscando las mismas cosas.

Sinceramente pienso que la vida da motivos tanto para el pesimista como para el optimista. Dependiendo de la mirada que adoptas te puede resultar la experiencia más fascinante y fabulosa de la tierra o el camino más amargo, doloroso e insoportable que pueda imaginarse. Una de las sensaciones personales que he tenido este mes, como me comentaba  una amiga, es que están pasando muchas cosas, están pasando tantas cosas y tan rápido que nos cuesta asimilarlas. Pararse un momento y pensar, analizarlas con distancia, extraer conclusiones, valorar.

El ritmo de vida nos exige resultados, productividad, estar centrados en nuestras respectivas rutinas diarias. Y uno a veces se pregunta: ¿hacia dónde vamos? Puf, pregunta demasiado ambigua, abstracta y compleja. Pero vamos a preguntas más concretas, aunque igualmente complejas: ¿somos mejores ahora que los seres humanos que habitaron la tierra antes? ¿Qué puede hacer el hombre para vencer el desencanto? ¿Merece la pena votar? ¿Para qué servirán las actuales revueltas y revoluciones en distintas partes del planeta? ¿Hemos aprendido algo después de tanto tiempo navegando en este valle de lágrimas?

Demasiadas preguntas y un tono, lo confieso, melancólico y hasta tristón en el mes en el que nos dejó Elizabeth Taylor. Demasiadas preguntas, demasiado complejo todo, demasiado ruido. Pese a todo ello sé que quiero seguir haciéndome preguntas, viendo películas, disfrutando con mis amigos e intentando sacarle el máximo partido a este 2011 que no ha hecho más que empezar y que ya deja atrás, para siempre (cuánto pesa esa palabra) su primer trimestre.

Voy terminando. Gracias a las nuevas opciones de los blogs (la tecnología nos ayuda en tantos aspectos) puedo subir vídeos de nuevo vídeos con comodidad. Comparto esta canción que me ha acompañado en los últimos días, reconozco que en parte ha marcado mi tono vital y anímico de los últimos días (tranquilos, siempre vuelvo a Lady Gaga,ja,ja).

'Send in the clowns' podría traducirse por 'que entren los payasos', en alusión a una expresión del mundo del circo relativa a que, cuando pasa algo no previsto en la pista, hay algún problema, para distraer la atención del público se pide que entren los payasos a escena, que empiecen los chistes. Es decir: una vía de escape para olvidar algo que no va como tiene que ir. La canción la canta el personaje de Desiré en el musical 'A little night music' de Stephen Sondheim y reflexiona sobre su vida amorosa, su carrera de actriz cuestionándose muchas cosas. Esta canción capta uno de esos momentos vitales en los que paramos el ritmo endiablado en el que vivimos, salimos del aquí y del ahora y nos empezamos a hacer preguntas, mirando atrás y cuestionándonos muchas cosas.

¿Para qué ha servido marzo? Para muchas cosas, aunque ahora mismo ni siquiera sea capaz de verbalizarlas o de darme cuenta de ellas. Seguro que para aprender, para seguir creciendo, para tener más herramientas y recursos con los que continuar caminando. Si bien el ambiente general está en contra del optimismo (ERES, miles de personas al paro, crisis, guerra civil en Libia, revueltas en el mundo árabe, la situación en Costa de Marfil, crisis nuclear en Japón)... hay que esforzarse para seguir encontrando la esperanza. Por buscar el arco iris. El futuro. La alegría. Mientras tanto, que entren los payasos...

lunes, 14 de febrero de 2011

Chicago, el musical

El pasado jueves tuve la oportunidad de ver en Málaga el musical 'Chicago' con mi amiga Yolanda. Los musicales me fascinan y días antes procuro impregnarme del estilo de la obra que voy a ver. Con esa intención repasé la película, ganadora del Óscar, y escuché en spotify el musical, interpretado por los cantantes de Broadway. Y llegó la hora: en el Teatro Cervantes, a las 22.30 horas. Por cierto se vendieron las entradas para todas las funciones y fue un gran éxito.

'Chicago' está de gira por España. La escenografía es muy sencilla, con un graderío en el que se ubica la orquesta, toda una big band, y en la parte delantera van entrando y saliendo los intérpretes. La coreografía es espectacular y algunos números siguen la original del mítico Bob Fosse. Grandes bailarines, simpáticos los personajes secundarios, como Fedor de Pablos haciendo del calzonazos 'míster celofán'. Me gustó también Linda Mirabal como Mama, interpretada en el cine por Queen Latifah. Pero lo mejor de la obra es ese dueto protagonista. Aunque la principal es María Blanco en el papel de Roxie Hart, me quedo con Marta Ribera como Velma Kelly, mostrando sus grandes dotes.

Interpretación, actuación, baile, mimo. Todo eso en la parte escénica, además una música fantástica. No hay paja en este musical, todos los números son buenos, con algunos brillantes como la presentación, el tango de la cárcel, la escena del juicio y el final. En cuanto al contenido, 'Chicago' te deja con buen sabor de boca por la alegría y diversión que desprende, aunque trata con gran sarcasmo temas tan serios como el asesinato, la corrupción judicial o la degeneración de los medios de comunicación. Frivolidad, Chicago, años 20. Un buen rato con unas chicas malas...

domingo, 19 de diciembre de 2010

Granada, no tengas pena


Granada no tengas pena, de que el mar sea tan inmenso...
Una hija se despide de su padre. Una escena humana repetida en miles de ocasiones. El dolor se manifiesta de muchas formas, pero hay una vía de escape, hay un recurso, hay una capacidad que sólo unos pocos tienen: recurrir al arte, a la música, a la pintura. Estrella Morente se despidió hace unos días de su padre, Enrique Morente, cantando un fragmento de la Habanera imposible, de Carlos Cano. Un momento desgarrador, intensamente humano, de una escenificación del dolor increíble. Un momento que sólo el arte puede producir. Es increíble la entereza de Estrella sacando voz y fuerza en ese instante preciso.
Granada no tengas pena, de que el mar sea tan inmenso, tú eres la novia del aire, la de la sombra de plata, la del almendro.