lunes, 21 de diciembre de 2009

Teclear por teclear



Tengo ganas de escribir, pero no tengo ganas de decir nada. ¿Es posible? ¿Escribir es un placer o una tortura? ¿Las palabras nacen del corazón o de la cabeza? ¿Sirve para algo escribir? Por supuesto. El mundo está lleno de palabras y posiblemente la gran mayoría no valgan para nada, sólo sirvan para añadir ruido al universo. Pero todos tenemos la palabra y, con ella, tenemos la posibilidad de imaginar, tenemos la forma de que las cosas horribles parezcan más llevaderas, tenemos la opción de cambiar lo que no nos gusta, de divagar, de reflexionar, de decirlo todo sin decir nada, de desvariar, de poner una palabra tras otra, sin que eso signifique nada.

Aún quedan escritores que necesitan usar su máquina de escribir. No podrían 'parir' su universo literario sin este instrumento, encantador y mágico, casi patrimonio ya de los museos. ¿Quién le pedirá hoy día una máquina de escribir a los Reyes Magos? A mí me la trajeron hace muchos años, ese día ni la miré... pero después me di cuenta de lo valioso que era ese regalo. Ahora ya nos hemos acostumbrado tanto al ordenador que usar la máquina de escribir sería como cambiar el mp4 por el disco de vinilo. Todo tiene su encanto, los tiempos cambian.

Conversaciones de chat, de messenger, redes sociales, blogs. Palabras y más palabras. Comunicación. Al empezar este blog escribí una entrada titulada 'La escritura infinita'. Hoy quería poner aquí unas cuantas palabras más, sin hablar de actualidad ni de cine ni de divas ni de nada de eso. Simplemente teclear por el placer de teclear en el ordenador. Escribir por escribir. El año se va acabando y os adelanto una próxima entrada: 'Doce meses, doce divas'. Saludos a todos.

2 comentarios:

  1. ¡Con ese título no puedo esperar a leer tu próxima entrada! sabes, aún recuerdo tu calendario musical de hace un par de años, ¡me encantó! besotes

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  2. Me ha encantado esta entrada,Luis. En ocasiones, a aquellos que nos gusta escribir, comenzamos el acto sin saber muy bien que ideas surgirán de la unión de las distintas letras, pero lo hacemos porque nos apetece, porque escribir supone soñar, aunque el sueño pueda derivar hacia la maravilla o hacia lo grotesco.

    Como curiosidad a mí hace ya bastantes años me regalaron una máquina de escribir también, pero porque yo la pedí como regalo para escribir, pero recuerdo que se me trababan los dedos por los huecos, jeje.

    Yo no sólo espero esa entrada sobre divas para cada uno de los meses, sino también saber en que consiste tu calendario musical, jeje.

    Nos vemos muy pronto Luis, tenemos mucho de que hablar ;)

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