martes, 2 de febrero de 2010

Cine crítico en el escaparate de los Oscar



Ayer de Lady Gaga, hoy hablaré de los Oscar. Pero no, no lo haré de la tercera nominación de Penélope Cruz, la segunda consecutiva (eso se lo dejaremos otro día a mi lado petardo). Si todo lo cuestionamos también se pueden cuestionar los Oscar: que si premian en exceso el cine comercial, que si hay mucha política en las votaciones... así es, pero también es cierto que en los últimos años la Academia se ha ido volviendo cada vez más abierta. También es consecuencia de que cada vez se premia a directores, actores y otros creadores procedentes de distintas cinematografías, por ejemplo Europa y también Asia.


Si entre las películas estadounidenses, que siempre son las que copan las principales categorías (películas, director, guión) los académicos ya se han atrevido a incluir aquellas que tratan de temas sociales incómodos, permitiendo un debate social necesario, la categoría más 'progresista' es la de película en habla no inglesa. Haciendo un repaso por las ganadoras en toda su historia hay desde grandes clásicos del cine europeo y japonés hasta películas con un marcado contenido político, bélicas y en definitiva tienen ese regusto de denuncia social.


Gran expectación ha generado en los medios de comunicación peruanos (algunos incluso indignados porque se había recogido por error que era chilena) la nominación de 'La teta asustada'. No la he visto, así que no puedo opinar de sus méritos artísticos, aunque sí me parece interesante su planteamiento. Cuenta la historia de una joven que cree que sufre la enfermedad de 'la teta asustada'. Este curioso nombre alude a que algunas mujeres violadas por terroristas en el Perú de los años 80 habrían transmitido el miedo y el sufrimiento vivido a sus hijos, a través de la leche materna.


El cine es entretenimiento, está claro. Y la noche de los Oscar es la noche del glamour y el espectáculo, aunque de vez en cuando también se da pie a críticas de corte político (sobre todo cuando gobernaba Bush, ahora con Obama los ánimos están algo más calmados, aunque motivos para ser críticos existen y existirán siempre). Pero también este listado de películas, cuyos títulos dan la vuelta al mundo y adquieren una relevancia que por sí solas no podrían sin este empujón mediático, nos habla de historias humanas, de sufrimiento, de dolor y algunas incomodan a gobiernos y a estados. El cine también permite una mirada crítica sobre la sociedad y aunque sólo sea por los 120 minutos que dura o en el instante de recoger el premio en la gala, también hay momento para una voz de denuncia. Cine en el escapate mundial. Como dijo Patxi Andion ayer en la entrevista que le hizo Jesús Quintero en 'Ratones coloraos' (que me viene al pego para esta entrada) siempre hace falta que haya gente que, aunque no nos guste, ponga el dedo en la llaga.

1 comentario:

  1. En esta vida es mejor mojarse a no hacerlo, y me gusta eso de "poner el dedo en la llaga", hay que ser críticos, o malintencionados, atrevidos, hacer "lo que nos salga del alma", aprovechar esa libertad creativa sin que llegue a libertinaje, entendiéndose como límite la frontera limítrofe con otras personas, pero esto referido a lo personal.
    Pero hay muchas cuestiones criticables al margen de lo personal en las actuaciones de muchas sociedades, gobernantes, etc y cuyo gran escaparate al mundo no es otro que el cine.

    Así pues, sí al cine como entretenimiento, sí al cine como reflejo de la fantasía desbordada, sí al cine como escaparate de realidades sociales, diversas y variadas, sí al cine como forma de expresión del colectivo humano, tan diferente, maravilloso y diverso.

    PD: me encanta tu expresión "me viene al pego". Ese Luis!!!

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