lunes, 5 de julio de 2010

Orgullosos


'Es una fiesta Luis, no le demos más vueltas', me decía un amigo cuando hablábamos del Orgullo. Pues sí, hoy quiero hablar sobre la celebración del Orgullo gay. De entrada tengo que decir que no lo he vivido 'in situ', no he estado en grandes ciudades como Madrid o Barcelona viendo esas cabalgatas espectaculares, esas apoteosis de petardeo y músculos con su toque reivindicativo. Pero sí que hemos tenido este año una celebración en mi ciudad, denominada 'I Marcha por la Diversidad del Campo de Gibraltar'.
Pues así es todo: a favor y en contra, claro que sí. La gran mayoría de la sociedad ya la acepta e incluso no es noticia, el problema es que todo se politiza demasiado. Vale, quizás en un mundo ideal no sería necesario el Orgullo Gay e incluso el propio concepto es equivocado, ya que uno mismo debe sentirse orgulloso tal cual es y no sea necesario ostentar algo personal y privado como la condición sexual. Hasta ahí bien y seguro que hay argumentos, que si se da una imagen de petardeo, travestismo y frivolidad...
No hay un mundo LGTB, hay muchos mundos. Cada persona es su mundo y cada uno lo vive a su manera, lo mejor que pueda o sepa. Pero aún hay muchos prejuicios, incluso desde algún sector científico, muy minoritario, se sigue hablando de enfermedad. También está el tema de la religión... por tanto, mientras siga habiendo gente que aún sufre por su condición sexual, será necesario seguir reivindicando. Aunque el envoltorio sea una fiesta y haya muchos intereses económicos detrás... eso es otra historia.
El propio colectivo homosexual necesita crearse mitos, inventar su propia religión, construir un paraíso poblado de chicos guapos, donde siempre suena la música de Kylie Minogue y vives tu sexualidad con total libertad. Pero para muchas personas esa realidad sigue siendo un sueño inalcanzable. E incluso unos cuantos kilómetros más allá hay países en los que encarcelan o te matarían por mantener una relación con personas del mismo sexo. En pleno siglo XXI. El propio colectivo gay también tiene que hacer autocrítica: no todo es una fiesta. Pero no querer divertirse ni querer celebrarlo ni querer pasarlo bien sería como pedirnos que vivamos amargados sabiendo todas las injusticias que pueblan este mundo. Que son muchas.
Hay que seguir soñando, viviendo, trasladando un mensaje de respeto, tolerancia y diversidad. Lo ideal sería que cada cual a lo suyo, sólo celebrásemos el orgullo de ser humanos, el orgullo de estar vivos. Pero las utopías sólo existen en las cabezas, luego la vida es mucho más gris. Pero, por unas horas, parece multicolor. Y por cierto la celebración en mi zona contó con la participación de algunas personas, sobre todo jóvenes, que no han tenido que vivir en armarios, porque ya han salido de ellos. Pero la sexualidad es lo de menos, todavía hay muchos armarios, sociales, psicológicos, emocionales, sociales, culturales, de los que liberarnos y salir. Para que nos llene el aire, respiramos, vivamos y nos demos cuenta de que se respire mejor sintiéndose libres.
Feliz noche a todos!
P.D. - Escribiendo esta entrada he escuchado la canción 'Somos iguales', de Luis Miguélez. Muy petarda en la forma, pura 'la vie en rose' en mensaje. Y arriba Lady Gaga!

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