miércoles, 11 de agosto de 2010

La verbena de la paloma





Qué placer un espectáculo al aire libre en una noche de verano. Justo hace dos, en 2008, tuve la ocasión de ir con mi amigo Víctor a los Jardines de Sabatini para disfrutar de 'La Revoltosa', con una puesta en escena muy contemporánea, por cierto. Anoche en el Parque María Cristina de Algeciras disfrutamos de un clásico del género chico: 'La verbena de la paloma', del salmatino Tomás Bretón. En principio estaba previsto que Chapí compusiera la música, pero al final llegó a manos del otro autor, que es recordado sobre todo por esta obra de un acto, arquetípica del género.


No busquemos en la zarzuela crítica social ni siquiera de costumbres, no busquemos en ella la espesura de la ópera ni que nos hablen de intrahistoria ni de dobles sentidos ni nada de eso. Vamos a la zarzuela para ver escenas de antaño, pintorescas, para asomarnos a un mundo que fue y que ya pasado sigue conservando su encanto y su gracia. Puro casticismo. Me encantan las seguidillas de 'En Chiclana me crié' o la pegadiza música con la que se inicia y termina el espectáculo. El argumento es casi mínimo: chica quiere darle celos a su chico y poco más, pero los personajes son simpáticos, ligeros, divertidos.


Tras el descanso, la compañía Teatro Lírico Andaluz interpretó un fin de fiesta, con un popurrí de algunos de los números más populares del género, como la mazurka de las sombrillas de 'Luisa Fernanda o la marcha de la amistad de 'Los gavilanes', con la que se cerró el espectáculo. Como anécdota os comento que entre el público había predominio de personas mayores, de 50 años en adelante. Los jóvenes no saben lo que se pierden, porque siempre hay que sentir curiosidad por todo, por lo grande y lo pequeño, lo pomposo y lo efímero, por lo conceptual y lo pintoresco. De todo se aprende amigos. Y ahora vamos a dormir un rato. Buenas noches y buena suerte!

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