martes, 31 de agosto de 2010

Spotify, por fin


Por fin, spotify. Llevaba meses con ganas de que me invitaran a esta sociedad nada secreta donde tienes acceso a (casi) toda la música que desees. Una amiga me pasó esta invitación y ya llevo una semana completamente adicto a esta aplicación. Antes escuchaba los cds, me bajaba la música del emule o ponía listas de reproducción en el youtube. Pero todo eso está anticuado. Ahora tenemos todas las canciones que nunca llegaremos a escuchar juntas, con versiones inesperadas de clásicos, nuevos lanzamientos o cientos de grupos por descubrir.
Spotify es como wikipedia o youtube o Internet en sí mismo. Son el todo. Lo que no tiene fin. Lo que ni empieza ni acaba, lo que está siendo. Dicho así suena tremendo, pero como en todo es el criterio, tu selección, la que te irá llevando de un sitio a otro. En estos días he escuchado a Mozart, Billie Holiday, Vicente Fernández, Lola Flores, Cecilia Bartoli, Antonio Machín, Sigur Ros, Antony and the Johnsons o Lady Gaga. Y lo que me queda. Todo con música se hace más llevadero. Me acompaña en el trabajo, me acompaña también el tiempo de ocio y en el coche (bueno hasta ahí spotify no ha llegado, de momento). Ahora, si tenemos que elegir, prefiero la música en vivo, eso está claro. Mientras tanto, spotify, bienvenido a mi vida. Y que siga sonando la música siempre, que nunca falte una canción para cada momento de nuestra vida...

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