viernes, 28 de enero de 2011

Un paso al frente

Adelante, un paso al frente. No cuesta nada: sólo tienes que poner un pie delante de otro. Este paso te puede llevar a donde quieras. Un paso al frente para entrar en el bar de la esquina. Un paso al frente para pasar de la retaguardia a la vanguardia. Un paso al frente para saltar al vacío. Un paso al frente sin perder el equilibrio. Un paso al frente para ir a ninguna parte.

¿Son los pies, la cabeza o los zapatos los que deciden qué camino seguir?

Un paso al frente con zapatos verdes, esos zapatos mágicos que sólo pueden existir en las películas (Najwa Nimri y Charo López en pasaje) y en la ópera (en la imagen, la soprano francesa Natalie Dessay), siempre será más fácil. Si lo haces con zapatos rojos una cosa está clara: algo va a pasar. Con negros lo más normal es que llegues a donde se espera que llegues. Con calzado deportivo, con independencia del camino, en todo caso irás más cómodo. ¿Es posible que el calzado condicione nuestros pasos? No lo sé, veremos cuál es el siguiente paso.

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