miércoles, 11 de mayo de 2011

Nella fantasia (reflexión con un toque optimista)

Nadie pasa por este mundo como si nada. La vida es un proceso enormemente complejo. Decía Paul Auster que la vida es el tiempo que transcurre entre nacer y morir y lo que pasa en medio no tiene demasiado sentido. Y mira que pasan cosan. También dice que una vida sólo es reducible y comprensible en sí misma. Constantemente estamos en contacto con palabras como muerte, vida, nacimiento, dolor, pena, sentimiento. Pero son solo eso: palabras escritas en un blog. Ahora, cuando son hechos, cuando son vivencias, cuando son sentimientos, son tantas cosas que no pueden expresarse.

Parece que está todo dicho ya. Ni mucho menos. La vida se renueva cada día. Mientras estás leyendo estas líneas un nuevo ser humano acaba de venir al mundo, un chico roba su primer beso a una chica, dos adversarios políticos debaten y se insultan mutuamente, alguien siente que nada tiene sentido, un anciano se emociona recordando sus vivencias de juventud y una mujer misteriosa rompe la calma de la noche con una risa misteriosa. Todo está pasando a la vez, pero no podemos pensarlo. No podemos visualizar todo ni fantasear con todo lo posible y lo imposible. Ni siquiera los genios más preclaros han podido hurgar en todos los múltiples recovecos del alma humana. Tampoco sentirlos ni explorarlos. La vida es enorme, misteriosa, fascinante, única, increíble, ecléctica, excesiva, compleja, emocional, tan llena de cosas y en ella te puedes sentir tan vacío, tan perdido, tan lleno de dudas y miedos, sentir todo y nada en el mismo minuto...

Pero ese camino se hará más llevadero si hay una persona al lado. Da igual quien sea. Da lo mismo que sea un amante, una madre, un amigo, un novio o un desconocido. Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos, dice Blanche DuBois en Un tranvía llamado deseo. Esta vida es muy compleja y aunque viviéramos cien años, aunque pudiéramos viajar a todos los países, conocer todas las culturas, sentir, hacer el amor con diversos amantes, practicar todos los deportes, investigar las ciencias, retener toda la información que hay en Internet y descubrir todas las religiones existentes... no dejaríamos de seguir buscándonos a nosotros mismos. El hombre nunca se da por satisfecho, no lo hice en el pasado, no lo hace ahora (con la que está cayendo) y no lo hará jamás. Es la condición humana. Nunca está todo dicho, nunca se está de vuelta de todo (aunque haya tanta pose al respecto), nunca se tienen todas las respuestas. Ni se tendrán. Ni falta que hace...

Ni la ciencia ni la religión ni el arte tienen el discurso definitivo, la salvación, lo que pueda consolarte. Ni siquiera en los demás. Posiblemente ni en ti mismo lo encontrarás. Pero hay que seguir buscando, caminando siempre. No conformarse, no resignarse. Hay otros mundos, pero están en este. Estés pasando por un momento pletórico o por un momento desastroso, recuerda que la vida siempre se abre paso. Continuamos nuestro camino, convencidos o por pura inercia, exultantes por tener un nuevo amor o desorientados en todos los aspectos. Pero la vida continúa siempre. Los que no seguimos somos nosotros cuando nos llega la hora de cruzar la puerta que todos, tarde o temprano, tendremos que cruzar...

El arte explica mejor la vida que la ciencia, el periodismo o incluso la filosofía. El sentimiento que me aporta una canción es tan profundo, tan hondo, tan lleno de matices... que es muy difícil incluso de explicar. Necesitamos sentir, necesitamos un hombro en el que apoyarnos, una sonrisa amiga, para hacer más llevadero el camino en este valle de lágrimas, en este paraíso en la tierra, en esta suma constante de hechos, circunstancias, altos y bajos, claros y oscuros que conforman una vida, con todo lo que ello supone.

En una noche como otra cualquiera la voz de Sarah Brightman resulta balsámica. Y nos recuerda que en la fantasía ve un mundo claro, donde la noche es menos oscura. Querido lector te invito a olvidarte por un segundo de la crisis, del paro, del terror, de la violencia, de la guerra, de la injusticia, del ruido vocinglero de la campaña electoral, de ti mismo, de los demás, del caos mundano, de la vida y hasta de la muerte... solo cierra los ojos y escucha. Nella fantasía... Buenas noches y buena suerte


3 comentarios:

  1. Luis, me quedo con tu reflexión optimista. Me gusta ponerme unas gafas de color rosa, y cuando paso momentos malos intento no compartirlos... aunque a veces todo ahoga y no queda más remedio que compartirlos. Pero siempre las rachas se turnan, una mala y otra buena, y desde luego, siempre se recuerda más los buenos momentos que los malos. Y eso es lo que después nos llevamos con nosotros. Por eso creo que siempre hay que intentar buscar el lado optimista, aunque a veces he necesitado la ayuda de buenos amigos como tú.

    Me gustan mucho estos posts tan filosóficos, pero made in Luis. Únicos :)

    Besos

    ResponderEliminar
  2. Gracias Yolanda por tu comentario,je,je, me gusta tu definición: 'post filosófico made in Luis'. Siempre hay que sacar un rato para el optimismo y la reflexión, entre tanta información masiva y constante. Nos vemos pronto!

    Besos

    Luis

    ResponderEliminar
  3. Hola Luis,
    Hacía tiempo que no visitaba tu blog. Lo que aquí encuentro siempre me gusta. Gracias por tus reflexiones que son un regalo y la canción de Sarah un bálsamo.
    Un beso y un abrazo, amigo,
    Marga

    ResponderEliminar