Las malas lenguas de Roma cuentan que la emperatriz Mesalina tenía celda alquilada a su nombre, donde ejercía la prostitución, haciéndose llamar Lycisca. Al acabar la jornada pagaba su comisión al Leno y regresaba al palacio. Se cuenta que por una apuesta con otra prostituta en una jornada atendió a una centuria.miércoles, 10 de marzo de 2010
De tres en tres, III
Las malas lenguas de Roma cuentan que la emperatriz Mesalina tenía celda alquilada a su nombre, donde ejercía la prostitución, haciéndose llamar Lycisca. Al acabar la jornada pagaba su comisión al Leno y regresaba al palacio. Se cuenta que por una apuesta con otra prostituta en una jornada atendió a una centuria.
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Pues lo malo, es que tienes razón... "Vuelve a él" y este fin de semana lo he podido controlar.
ResponderEliminarViva el razonamiento y los que podemos pensar y razonar