sábado, 28 de agosto de 2010

Martirio en Algeciras


Anoche la cantante onubense Martirio actuó en el Parque María Cristina, dentro de su gira en la que celebra sus 25 años en la música. 26 ya, puesto que el disco en directo se grabó el año pasado. Y eso sin contar sus inicios en grupos musicales. Martirio fue un soplo de aire fresco, renovó la copla en los 80 y ya, pasados estilos y modas, es una artista de mimbre clásico, valiente, innovadora y siempre inquieta. Su gusto musical la lleva de la copla al jazz, del tango al flamenco, todo con gracia, sinceridad y entrega.
Martirio estuvo encantado y cercana. Muy comunicativa, comentó que para llevar tantos años en el escenario hace falta "tener lo que hay que tener", currárselo, suerte, pero "sobre todo gente que te quiere y te apoye" y de esa en Algeciras tenía a unos cuantos, que fue nombrando. "Esta noche es muy especial" y esta frase tópica no sonó de compromiso, ya que entre el público había muchos amigos. Una noche de verano en la que apenas soplaba la brisa pero tampoco hacía calor-terral para agobiarnos. Una noche para centrarse en su arte.
Acompañada al piano por Jesús Lavilla, de El Puerto de Santa María, y a la guitarra por el sevillano Raúl Rodríguez. "Parece que tengo una filarmónica detrás", comentó. Su espectáculo arranca con 'El productor', que es una simpática versión de 'En el último minuto', contando su historia artística y el encuentro con un productor que cambió su carrera. Luego vinieron clásicos como el tango 'Volver' o el hermoso tema 'En esta tarde gris'.
La copla no podía faltar. Y un coplón como 'Ojos verdes', en el que cautivó al público interpretando la primera parte al piano (estilo jazz) y la segunda a la guitarra (llegó el flamenco). Y al final se quitó sus características gafas para compartir por unos segundos sus ojos verdes con los espectadores. Y también cantó 'La bien pagá' y 'María la Portuguesa', recordando a Carlos Cano, "que nos dejó las coplas clásicas más nuevas y luchó siempre por la copla".
Casi del final 'Compuesta y sin novio', las divertidas sevillanas 'Las mil calorías', se atrevió con unos fandangos de su tierra y la despedida, con el público en pie, fue 'Estoy mala'. Simpática, expresiva, con sus inconfundibles gafas y peinetas, elegante y cercana. Grande Martirio, disfrutamos de un buen espectáculo. Que siempre siga sonando la música y que siempre haya una canción para hacer inolvidable una noche de verano. ¡Buenas noches!

2 comentarios:

  1. Martirio es y será siempre Martirio! Que pena que teniéndola al lado no me enteré, sino hubiera estado allí!
    Gracias por la crónica.

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  2. Buena información Básica y muy elemental, gracias por compartir.

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