lunes, 24 de agosto de 2009

Remembranza pompeyana





Tal día como hoy, hace 1.930 años, se produjo la erupción del Vesubio, que sepultó Pompeya y también afectó a otras poblaciones cercanas, como Herculano o Estabia. Era el noveno día antes de las calendas de septiembre, en torno a la hora séptima, es decir, la una del mediodía. De golpe estalló el volcán, a 1.270 metros de altura, causando una nube de lava, cenizas y gases tóxicos. Los vientos del norte arrastraron miles de toneladas de fragmentos hacia el sur, dirigiéndose hacia Oplontis, Pompeya y Estabia. Herculano también se vio afectada, aunque una parte de sus habitantes logró huir hacia Nápoles, salvando así sus vidas.

De aquel día se recuerda especialmente que la población más afectada fue Pompeya. Los descubrimientos arqueológicos han permitido reconstruir la ciudad, que tuvo un marcado carácter popular y comercial frente a Herculano, con habitantes más refinados y cultos, según algunos investigadores. Pompeya era una ciudad de provincias, de 12.000 habitantes, pero la tragedia quiso que pasara a la posteridad. También se puede pasar a la Historia por una catástrofe, por una terrible desgracia que recordarán las generaciones venideras. Todos fuimos conscientes de ello al vivir los ataques terroristas del 11 de septiembre.

Ya había precedentes. La zona del golfo de Nápoles era una ubicación magnífica, pero también peligrosa, ya que era una zona geológicamente muy inestable. En el año 62 se produjo un terremoto que causó graves daños en Pompeya. Dos años después un seísmo hundió el teatro de Nápoles. Se cuenta que Nerón, de infausto recuerdo, acababa de actuar. Diecisiete años más tarde la ciudad aún no se había recuperado completamente de aquella devastación. Además no recibía ayudas del Estado y algunas élites se habían marchado a Roma u otras urbes cercanas.

También se la describe como la ciudad que escandalizaba a Roma. Los frescos de contenido erótico encontrados en los últimos años sorprenden al mundo, ilustrando prácticas sexuales que se tenían por poco frecuentes en aquella época. Un dato curioso es que se han encontrado 35 prostíbulos en una población que tenía el mismo número de panaderías y la mitad de lavanderías.


Plinio el Viejo, sabio naturalista y autor de la extraordinaria ‘Historia natural’, fue una de las víctimas, de las que se lograron identificar 2.000 cuerpos. Su sobrino, Plinio el Joven, relata que “era difícil distinguir de qué montaña ascendía aquella nube; pronto se supo que del monte Vesubio. La nube se parecía mucho a un pino, porque, después de elevarse en forma de tronco, desplegaba en los aires sus ramas; creo que era arrastrada por una súbita corriente de aire y que, cuando cedía, la nube, vencida por su propio peso, se dilataba y extendía, apareciendo unas veces blanca otras veces negruzca o de colores diferentes, según se encontrase más recargada de tierra o de cenizas”.

Pompeya ha sido fuente de inspiración para muchos creadores. En 1.835 E. G. Bulwer-Lytton escribió ‘Los últimos días de Pompeya’, que tuvo bastante éxito. Théophile Gautier evoca la fascinación que produce a los viajeros en ‘Arria Marcella. Recuerdo de Pompeya’. Aparte de películas para televisión, al cine se ha llevado ‘Los últimos días de Pompeya’, interpretada por Steve Reeves y Fernando Rey.


Escalofriante resulta contemplar los restos conservados, gracias a las técnicas de rellenado de los cuerpos en negativo. Precisamente hace diez años mi hermana me regaló un viaje a Italia y estuvimos en Pompeya. Tan sólo vimos algunas de estas figuras, pero resultan impactantes. Una de ellas es una madre que sujeta a su hijo y se intenta proteger. Dos gladiadores murieron encadenados sin que nadie hiciera nada por ellos. Una mujer apareció ataviada con sus mejores joyas. Murió elegante, aunque murió igualmente. No sólo personas, también se ha encontrado el cuerpo de un perro que estaba atado por su cadena y pereció sepultado. Estas terribles imágenes sirvieron para una secuencia famoso de la película ‘Viaggio a Italia’, en la que Ingrid Bergman se estremece al ver a una pareja sepultada. Almodóvar la homenajeó en ‘Los abrazos rotos’, cuando Penélope Cruz tiene que volver la mirada. Al igual que Bergman, no puede mirar de frente al horror.

1 comentario:

  1. ES una maravilla a ver si esto me ayuda a aprobar cultura clasica .

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